Memoria Olvidada - El Faro de Ceuta- 5 de Enero de 2014 Francisco Sánchez Montoya
Tras la caída de la dictadura de Primo de Rivera, se reorganizan los
miembros de la CNT en Ceuta siendo liderados por Pedro Vera, Luis
Castillejo y el librero Miguel D´lom.
Tras la proclamación de la República en abril de 1931, la Confederación
Nacional del Trabajo, retoma un claro protagonismo y se suceden las
reuniones, y el número de afiliados asciende. Tras la sublevación del
36, su sede en la calle Linares fue asaltado, sus miembros detenidos y
en un gran número fusilados. Desgraciadamente toda la documentación,
imágenes, archivos de militantes, reuniones, asambleas… han
desaparecido, tan sólo tenemos lo que cuentan las crónicas de algunos
diarios anarquistas y la escasa documentación que se acompañan a los
consejos de guerra.
Su primer congreso nacional lo celebraron en 1911, pero tuvieron que transcurrir veinte años para poder tener los primeros nombres de cenetistas ceutíes, contándose con dos secciones y 3.796 afiliados. En 1936 se vuelve a celebrar un congreso (Zaragoza), donde concurre el dirigente Pedro Vera Sánchez. En los albores de la guerra civil ya duplicaron el número de secciones con 5.727 afiliados. La ejecutiva estaba formada por Rafael Sánchez Tomeu (gremio pintura), Miguel Casado (oficios varios), Ramón Gálvez (construcción), Luís Sánchez Aguilar (secretario), Heriberto Calleja (prensa), Diego Martínez Mauricio (tesorero), Juan Jiménez Muñoz (contador) y Pedro Vera (enseñanza).
Tras consultar los diarios anarquistas CNT, así como
Tierra y Libertad, en la hemeroteca madrileña de Conde Duque, nos
cuentan esas crónicas de la fuerte implantación de la CNT en la ciudad.
Numerosos son los mítines celebrados en el Salón Apolo y Teatro
Cervantes. En junio de 1935 se organiza en Ceuta el partido
Sindicalista, fundado por Ángel Pestana, saliendo de presidente Luis
Castillejo. El partido estaba orientado hacia el anarquismo; pero
aceptaba las elecciones y la representación parlamentaria. Castillejo,
era partidario de una organización obrera disciplinada, su tesis,
cercana al sector moderado, era construir un movimiento obrero sólido y
responsable a la manera clásica, con un sindicato y un partido político
repartiéndose entre ambas organizaciones las tareas de reclamaciones
sindicales y políticas. Pretendía evitar así posibles excesos en el
movimiento obrero español. La CNT en su gran mayoría fue escéptica ante
el Partido Sindicalista.
También fue de destacar su papel en la huelga de mujeres que trabajaban en las fábricas de salazones y conservas. Si no aparece algún otro documento, se puede considerar la primera huelga de mujeres en la historia de Ceuta. Tras varios días de huelga, el Comité sindical lanza un manifiesto por toda la ciudad, esperando el apoyo de sus conciudadanos, temiendo que el pescado almacenado en las fábricas pueda salir hacia puertos peninsulares, perjudicando a las trabajadoras. Esta primera huelga de mujeres en Ceuta se llevó a cabo por las trabajadoras de las fábricas de salazones y conservas. Se planteó debido a las reivindicaciones que la patronal no cumplió con estas trabajadoras, como jornada laboral, horarios, salarios e higiene en las fábricas. Las interlocutoras fueron las sindicalistas y grandes luchadoras en favor de los derechos de la mujer trabajadora, Antonia Céspedes Gallego, cariñosamente conocida por "La Latera", e Isabel Mesa. Hicieron llegar a los ceutíes, en unas hojas, sus aspiraciones: " No permitáis que embarquen vasijas y menos aún dejar desembarcar pescado para ninguna fábrica de la península, que proceda de Ceuta, porque perjudicáis grandemente la lucha de estas bravas compañeras" y terminaba el manifiesto con: ¡Trabajadores! ¡No olvidéis este llamamiento! proceded con energía a todo intento de perjuicios contra nuestras compañeras. El comité de huelga. Ceuta, 18 de junio de 1.931".
“Mañana, esa ropa no le servirá”
Luis Castillejo Villar, fue una pieza
imprescindible en la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Tras el
golpe militar de 1936, fue detenido y fusilado. Un compañero de celda en
el Hacho, escribiría años más tarde sobre el líder sindicalista ceutí:
"Sólo olvidó su situación de condenado a muerte cuando supo que era
nuevamente padre. Pero fue un relajamiento momentáneo, pues aquella
noche observé que no dormía. Cuando yo intenté hacerlo pasada la una y
media, él mismo, me confesó mientras desayunábamos, que pensando no
había pegado ni un ojo en toda la noche. El día transcurrió jugando al
ajedrez, por la noche Castillejo se durmió enseguida. Pero como a la una
fue descorrido el cerrojo de la puerta de la celda, y abierta ésta,
apareció bajo su dintel la figura siniestra del conocido cabo
legionario, a quien acompañaban varios de sus subordinados. El cabo
llevaba en una mano un papel y en la otra la pistola, e hizo que los
suyos palmeasen para despertarnos. Después voceó el nombre y apellidos
de Castillejo, pidiendo que se vistiera y saliera de la celda.
Precisamente era Castillejo el único que no se había despertado y hubo
de despertarlo su paisano Pacheco, que dormía junto a él. Castillejo
tardaba en vestirse y el cabo, impaciente, le espeto: ¡No se arregle
tanto, que no va a una fiesta! ¡Mañana esa ropa no le servirá ni de
mortaja! Creo que Castillejo no oyó sus palabras, pero salió enseguida.
Por la mirilla de la puerta se pudo ver, que tanto él cómo sus
compañeros de proceso, eran encerrados en los calabozos destinados a los
que serian en breve ejecutados".
Juicio a los anarquistas ceutíes
Los más destacados miembros del
anarquismo en Ceuta tras la sublevación del 36 fueron ejecutados o
sufrieron largas condenas, como Pedro Vera, sacado de su casa, y su
cuerpo apareció en el depósito de cadáveres del cementerio. El librero
Miguel D´lom, fusilado en unas de las tristes sacas de los primeros
meses del golpe militar. También habría que destacar el "insostenible"
juicio a 50 anarquistas acusándolos a todos del mismo delito. En este
procedimiento fue fusilado el 6 de octubre de 1936, el joven dirigente
anarquista Luis Castillejo Villar, en el Hacho. En la portada de su
consejo de guerra se puede leer su nombre encabezándolo y a continuación
al resto bajo la misma acusación "Adhesión a la rebelión”, se les
dividió en cuatro grupos, y todos bajo un mismo formulario como
preguntas, acusaciones, delitos... era copia del utilizado contra
Castillejo. En este macrojuicio al sindicalismo ceutí fueron fusilados
veintiséis obreros y el resto a largas condenas.
Los cincuenta sindicalistas fueron trasladados el día 16 de septiembre de 1936, desde las prisiones de García Aldave y del Hacho al acuartelamiento de Sanidad (actual Auditorio). Cuando están frente al estrado donde se encuentra el tribunal militar que los van ha juzgar, dan lectura al apuntamiento por parte del relator. Normalmente son escasos veinte minutos; en ella se da la relación de nombres, seguidos de las acusaciones. Cuando concluye el relator se inicia el interrogatorio, contestando éstos con simples monosílabos a las preguntas que les formulan las autoridades militares. A continuación se produce un descanso para que el fiscal y el defensor consulten sus notas y preparen las conclusiones finales. Después se reanuda el juicio con la intervención del fiscal con sus propios argumentos y en escasa media hora, se actúa en la vida de cincuenta personas.
Entre los sindicalistas detenidos cabe destacar Antonio Criado, funcionario en Telégrafos; Francisco Sánchez Ríos, tipógrafo, y secretario de la sección de artes gráficas de la UGT; el jefe de Correos Bartolomé Alcántara; el militante del PSOE Lucas Bárcenas, funcionario del juzgado; José Sarria, militante del PSOE y secretario de la sección de empleados de oficinas de la UGT; José María Quesada, tesorero de las Juventudes Unificadas y ugetista de la sección de empleados públicos; José María González, secretario de las Juventudes Socialistas; Alberto Pastor, y los socialistas Pascual Aragón Barra, Francisco Palmero Burgos y el médico Enrique Velasco Morales.
Los taxistas, como Juan González Robles y Manuel Gutiérrez Camúñez. José Ríos Soto, empleado de tejidos El Siglo; los socialistas José Rodríguez y Nicolás Troyano, agente de la policía marítima; Francisco Aznar, destacado ugetista; Pedro Perdomo, secretario del PSOE; Antonio González, del Partido Comunista y Miguel Burgos Castro, integrante de la directiva del Socorro Rojo en Ceuta. Una vez comunicada la sentencia a los acusados son nuevamente trasladados a la prisión en espera de pasar a capilla. De los cincuenta, veintiséis fueron fusilados y el resto a largas condenas. Las cárceles, las ejecuciones y el exilio metieron a la CNT ceutí en un túnel del que ya no volvería a salir.
La CNT fundó en Ceuta una escuela racionalista
Para los anarquistas locales la
enseñanza fue una de sus prioridades, creando, en enero de 1933, una
escuela Racionalista. Estaba situada en la calle Luís Bello de la
barriada de la Prosperidad, hoy en día Hadú (donde estuvo durante muchos
años el bar California), allí impartían de forma gratuita los
fundamentos del raciocinio a los hijos de los obreros. La escuela
racionalista se basa en los postulados pedagógicos establecidos por
Ferrer Guardia, anarquista español, fusilado cerca de Barcelona, en
octubre de 1909.
Según este pensador, las respuestas a las preguntas de
los escolares no debían buscarse en explicaciones religiosas, tampoco
podían venir del Estado; el alumno, con base en la ciencia experimental,
debía indagar en la realidad, acompañado de un permanente espíritu
crítico. Para ello sustituirá el estudio dogmático por el razonado de
las ciencias naturales.
Junto a esta Escuela los anarquistas ceutíes crearon pequeños ateneos libertad tríos, como el localizado en casa del sindicalista Pedro Vera, le acompañaba su hijo Helios, de tan solo dieciséis años. Por la noche, y en su casa, situada en la calle Clavijo, (hoy González Besada) daba clase gratuita a los hijos de los obreros. Tras la sublevación sus libros fueron quemados. Otra escuela libertaria estaba en la barriada del Sarchal, en casa del zapatero Luís Campos con la ayuda de Francisco Quintín y Antonio Pedraza, de las juventudes Libertarias.
Tenemos un testimonio recogido por la prensa donde el cenetista y magnífico pintor Francisco Sánchez Téllez, envió una carta a la prensa barcelonesa buscando el apoyo de sus compañeros catalanes para la Escuela: "Queridos camaradas, salud: Sirva el presente para anunciaros haberse constituido en Ceuta el Ateneo Racionalista. En nuestros deseos de secundar la obra cultural y libertaria, no teniendo fondos ni materiales suficientes para esta gran obra, se les ruega a todos las camaradas y periódicos libertarios que aporten lo que puedan con el objeto de poder llevar hacia adelante esta magna obra que se propone esta juventud ansiosa de libertad, de amor y de justicia... Propugnamos la cultura en todos sus órdenes y en el más amplio concepto literario. Nos proponemos para todos los ateneos y entidades libertarias, y al mismo tiempo se les ruega envíen su dirección para estar en continua relación con los camaradas allende los mares".
En el
mes de junio de 1936 reciben varias cajas con material escolar. Cuando
llega, ya está en marcha la sublevación y todo el material son
requisados directamente en la agencia de transportes.
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