domingo, 26 de enero de 2014

Un héroe del aire ante el paredón

 
Levante-EMV.com - R. Montaner - Valencia 10/1/10
El padre de Nani, el capitán José Bermúdez-Reina, fue uno de los primeros ases de la aviación española. Forjó su leyenda en la Guerra del Rif, donde se ganó seis cruces al mérito militar. También lideró, en 1928, el primer vuelo España-Jerusalén con un recorrido total de ida y vuelta de 9.500 kilómetros.

Procedente de una familia de la alta sociedad madrileña, era hijo de un teniente general y de una prima del escritor Salvador de Madariaga, en julio de 1936 se hallaba al frente del aeródromo militar de Sania Ramel de Tetuán. Nani, nacida en el barrio de Salamanca, llevaba una plácida vida en la capital del antiguo protectorado marroquí al lado de su padre, su madre y sus tres hermanos.

Todo se rompió con el golpe de Estado. Sania Ramel era clave para los planes de los sublevados, pues en ella tenía que aterrizar Franco a bordo del Dragon Rapide el 18 de julio. El comandante Ricardo de la Puente Bahamonde, primo hermano del futuro dictador y jefe de las fuerza aérea en Marruecos, junto a Bermúdez-Reina y otros 23 militares plantaron cara a los sublevados.

Abandonados a su suerte por la República, que nunca envió los aviones prometidos, se rindieron a las cinco de la mañana del 19 de julio y Franco aterrizó allí dos horas después. El padre de Nani fue condenado a cadena perpetua, pero el 15 de agosto moría fusilado en Ceuta en una "saca" de la prisión-fortaleza de Monte Hacho.

La viuda y sus cuatro hijos, la mayor era Conchita, de 11 años, estuvieron retenidos en Tetuán hasta que lograron llegar a Valencia gracias a un canje de prisioneros organizado por la Cruz Roja Internacional. "Mi madre nos dejó con los yayos y ya no la volví a ver más". Años después supo que murió durante la guerra.

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