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lunes, 2 de noviembre de 2015

Paseo por Santa Catalina… Fosa común – lugar para la memoria


Francisco Sánchez Montoya en Historia de Ceuta y Protectorado español 
(Fragmento del artículo: Paseo por Santa Catalina…) 30/10/15
El 1 de noviembre de 2005, fue un día histórico, por primera vez se llevó a cabo una ofrenda de flores por parte de la Ciudad.  Anteriormente la fosa común, presentaba un aspecto lamentable. El trabajo de adecuación se llevó a cabo con un proyecto del arquitecto municipal Javier Arnaiz. En el citado lugar fueron enterrados 156 personas, tras oponerse al golpe militar de julio del 36, en su gran mayoría son militares, políticos y sindicalistas, los últimos enterramientos en ese lugar fueron realizados en agosto de 1944.

En torno a la fosa común del cementerio de santa catalina tendríamos que recordar que tanto en Ceuta, como la zona occidental del Protectorado en Marruecos más que de guerra habría que hablar de represión, pues no hubo combates ni operaciones militares. La barbarie desencadenada fue tan intensa y extendida que no sólo la sufrieron los que habían defendido la República con su labor política y sindical, sino que también cayó la misma sobre aquellos que eran simplemente más abiertos, los incrédulos por cualquier motivo, los que habían destacado en empresas culturales y actividades públicas o simplemente aquellos denunciados por rencillas personales, odios y deudas, de los que se nutrieron las cárceles ceutíes y del Protectorado español en Marruecos.

El desglose del total de asesinados en Ceuta fueron 268. Es fácil concluir, que el tema de la represión ejercida en el nuevo Estado que surge tras el golpe militar del 17 de julio de 1936 presenta aún hoy, a pesar de los años transcurridos desde entonces, numerosas lagunas. La consulta de distintos documentos permite acercarse a la tétrica realidad judicial de aquellos años. Los procedimientos sumarísimos de urgencia, que la legislación fijaba como formula ocasional, se convirtieron, sin embargo, en la única fórmula empleada por los tribunales para juzgar los supuestos delitos de los que no eran adictos al nuevo régimen.

Amparados en la más absoluta impunidad y parapetados tras la vía jurídica no dudaron en acusar y condenar de adhesión a la rebelión a los que precisamente habían defendido la legalidad constitucional. Daba igual que las acusaciones realizadas se refirieran a asesinatos, pertenencia a organizaciones políticas o sindicales, participación en saqueos de iglesias, insultos, redacciones de periódicos, pertenencia la masonería, etc. Y, desglosando las cifras, se puede apreciar que el mes de agosto de 1936 se convierte en el más trágico de toda la represión en Ceuta, con 73 víctimas, de las cuales tan sólo siete se efectúan tras los respectivos consejos de guerra; el resto, sesenta y seis, fueron debidas a las sacas de madrugada.

Por militancia política, el número mayor de fusilados fue para los anarcosindicalistas y por profesiones el estamento militar fue el más castigado, sobretodo en 1938. Tras el inicio de la represión, con el paso de los meses, el número de fusilamientos fue disminuyendo paulatinamente. En los cinco primeros meses se registraron un total de ciento veintiocho ejecuciones, casi el 50% de las llevadas a cabo durante toda la represión. En 1937 se registraron noventa y seis, para continuar bajando hasta cuarenta y uno en 1938, y hasta seis años después, en agosto de 1944, no se consignaron los últimos tres fusilamientos en Ceuta. Estos datos confirmarían la conclusión en el sentido de que la represión sustancial se produjo en los primeros meses.

Tras las primeras ejecuciones en Ceuta, el 21 de julio de 1936, hasta 1944, en todas se consigna herida por arma de fuego, aunque después, en el registro civil, aparecen muchos tachados. Hay un paréntesis de seis años, desde 1938 a 1944, que no se producen más ejecuciones. Tal vez las hubo, pero se pudieron encubrir en los libros como hemorragia interna. Esto ocurrió con el fusilamiento de los tres miembros de la resistencia en Tánger, pero es evidente que el error en el número de fusilados no consignados debe ser muy pequeño. Si se toman en cuenta los días en que se producen las ejecuciones y el número se observa que no parece que existiera una norma que regulara las mismas. Hay meses que durante varios días consecutivos se realizan fusilamientos y otros que las fechas se distancian considerablemente. Pero es irrefutable que tras algún ataque de las fuerzas republicanas en la madrugada siguiente realizaban ejecuciones. También se incrementa en torno a las celebraciones de determinados aniversarios y cuando en el frente fallecían soldados o miembros de la Falange local.

Ángel García Ruiz
Don Ángel como lo conocían sus alumnos fue el autor de la música del himno de Ceuta, fundó y dirigió el Conservatorio municipal, creó la Masa Coral, el Cuadro Lírico; fundó y dirigió la Orquesta Sinfónica y la asociación Amigos de la Música y fue el director de la banda de música del Tercio. Sus restos reposen en una tumba apartada, mejor decir oculto del cementerio, donde se accede tras pasar por una empinada escalera y un frío muro. Todo esto ocurre desde 1956 cuando Don Ángel García Ruiz falleció de un cáncer de estómago y fue enterrado “fuera del Cementerio”.

La curia ceutí de aquellos grises años no le perdonó su libertad de pensamiento. En este 2004 se está conmemorando el ochenta aniversario de la primera audición del himno. Sobre Don Ángel, el catedrático Antonio Garrido Aranda escribió: “El profesor que más hizo por la música en Ceuta en un largo trecho, que iría desde los años 30 a mediados de los cincuenta, fue don Ángel García Ruiz, uno de los fundadores del Conservatorio, con los hermanos Alcalá Galiano. Era un músico en toda la extensión de la palabra. Lo recuerdo como una persona muy seria y responsable, pero sin quitar un ápice de humanidad y educación…”. También el abogado Fernando Díaz Bermejo, escribió: “Hace más de treinta años, contando unos quince o dieciséis años de edad, cuando acompañando a mi padre, que era un gran melómano y aficionado a la música clásica, al cementerio para visitar supongo la tumba de algún familiar, me contó la historia de quien había sido director de la orquesta de Ceuta y compositor de su himno, y por qué su enterramiento estaba fuera de los límites del camposanto, en tierra no consagrada…”.

Sobre los inicios del Conservatorio de Ceuta, por el que tanto hizo Don Ángel, tendríamos que referirnos a lo escrito por Vicenta Marín, donde destaca que en 1932 fue creada una escuela particular de música por iniciativa de un grupo de personas que consideraban que era una parcela educativa que no estaba cubierta en la ciudad.

La creación de este centro fue justificado por los profesionales del arte musical, manifestando que existía un gran número de alumnado que se estaban viendo privado de poder cursar esta enseñanza por falta de recursos ya que el gasto que les suponía era superior a los medios económicos de los que disponían. En el año de su fundación, como escuela particular, se propuso al Ayuntamiento que se hiciera cargo de ella, con lo cual se consiguió que pasara a funcionar como escuela Municipal de Música, a partir de mayo de 1932. Para ello, aportó una subvención para cubrir gastos de funcionamiento.

La Corporación se comprometió a proporcionar a la Escuela el material y mobiliario necesario para su total funcionamiento. El 18 de noviembre de 1932 comenzaron las gestiones, por parte de su director Don Ángel García Ruiz, para dar carácter oficial a los estudios. Consiguiéndose en 1933, que el Ayuntamiento declarara la Escuela Municipal de Música como Conservatorio.

domingo, 9 de agosto de 2015

La Virgen de África luce un manto con el escudo de la dictadura franquista en los actos oficiales de las fiestas de Ceuta


El hermano mayor de la Cofradía, Juan Antonio Fuentes, justifica la utilización del manto en su "valor histórico". "No es el escudo de Franco, sino el que estaba vigente en aquellos años en España", argumenta. 

Ceuta actualidad.com - Anselmo F. Caballero 05 de Agosto de 2015 
La Cofradía de Nuestra Señora de África atavió ayer la imagen de la patrona de la ciudad con un manto en el cual aparece bordado el escudo oficial de España durante la dictadura del general Francisco Franco. El escudo del águila de San Juan y la leyenda “Una, grande, libre” era visible en el centro del manto para todos los asistentes que acudieron a los actos de la ofrenda floral a la imagen celebrado ante las puertas de la iglesia de África.

La Cofradía lleva años utilizando este manto para las salidas procesionales del día de la Virgen de África. El hermano mayor de la entidad, Juan Antonio Fuentes, justifica el uso de este ornamento en la tradición y en el valor sentimental y económico de la pieza. “No es el escudo de Franco sino el escudo que estaba vigente en aquellos años en España –argumenta Fuentes- Es un manto de valor histórico, y nosotros no entramos en otras consideraciones”.

La pieza llegó a manos de la Cofradía a mediados de los 50 como un regalo de las circunscripciones del Protectorado de Marruecos. Sus bordados contienen referencias a cada una de ellas, con algunos caracteres en árabe.

“Lo que no vamos a hacer es mutilar el manto así, de golpe y porrazo”, advierte el hermano mayor.

La Virgen dispone de más de media docena de mantos, que se utilizan con arreglo a cada una de las épocas litúrgicas. Entre ellos figura el que en la década de los 40 la Casa de Franco regaló a la Cofradía y del que todavía se hace uso en algunas ocasiones.

Ley de Memoria Histórica
La Ley de Memoria Histórica de 2007 insta a las administraciones públicas en su artículo 15 a procurar la retirada de “escudos, insignias y placas” que constituyan una exaltación de la sublevación militar de 1936, de la Guerra Civil o de la represión franquista.

La exhibición del escudo que representó el régimen de Francisco Franco en una procesión religiosa, incluida en el programa oficial de actos de las fiestas patronales, abre un debate acerca de la permanencia de los símbolos de la dictadura en edificios y manifestaciones públicas en la ciudad. El artículo de la ley de 2007 que regula la retirada de esta simbología establece una excepción por “razones artístico-religiosas”. Este precepto fue incluido durante la tramitación de la ley en el Congreso tras un pacto entre PSOE y CiU que contó con el respaldo de los grupos parlamentarios del PNV y Coalición Canaria.

La ambigüedad del legislador, que atribuye a un comité especializado la responsabilidad de determinar qué casos pueden ser susceptibles de beneficiarse de las excepciones recogidas en la norma, no parece ayudar a la discusión. Esta ambigüedad ya ha sido subrayada por el magistrado emérito del Tribunal Supremo, José Antonio Martín Pallín, quien en un artículo de referencia del cual es autor considera que “dudosamente” puede concederse valor artístico o arquitectónico a los escudos franquistas que aún pueden verse en edificios y manifestaciones públicas en España. “Puede tratarse de obra meritoria de orfebrería, de escayola o de tallado, pero no creo que estén amparados por el valor artístico o arquitectónico”, defiende el jurista.

"No es el escudo de la dictadura"
El diputado al Congreso por el Partido Popular, Francisco Márquez, ha defendido el derecho de la Cofradía a utilizar el controvertido manto. Según Márquez, el escudo bordado en la tela no es el escudo de la dictadura franquista. “Es el escudo de la etapa de gobierno de Franco, el escudo de España en la etapa de gobierno de Franco”, ha matizado.

El parlamentario considera que el manto carece de connotaciones políticas para la mayoría de la población, excepción hecha de “quienes quieren resucitar rencores y odios”.

Márquez rechaza que la exhibición pública del escudo con el lema “Una, grande y libre” suponga el enaltecimiento de la dictadura. “La historia no se borra –ha argumentado- La dictadura es algo que superamos y que algunos hemos decidido que no se vuelva a repetir”.

Censuras
Ceuta Actualidad ha podido recabar las opiniones de dos de los diputados a la Asamblea sobre la exhibición del escudo preconstitucional en la procesión. El parlamentario de Caballas, Mohamed Alí, confesaba desconocer la presencia de referencias a la dictadura franquista en el atavío de la imagen.

“Sin ánimo de enturbiar los actos religiosos, diré que existe una norma y que es de obligado cumplimiento”, asegura Alí en referencia a la Ley de Memoria Histórica.  El diputado, sin embargo, ha asegurado que su grupo fijará su opinión definitiva una vez que la Ciudad evacúe el informe que los técnicos elaboran a propósito de la solicitud de Caballas de cambiar el nombre del estadio de fútbol Alfonso Murube, bautizado en memoria de un falangista que participó en la sublevación de 1936. “El manto es de la cofradía, así que quizá pueda establecerse algún matiz, pero lo cierto es que el escudo se exhibe en un acto institucional y público”, concluye Alí.

“Es una muy mala elección”, considera el diputado de Ciudadanos, Javier Varga. El parlamentario, que como Alí también desconocía la naturaleza de la iconografía bordada en el manto de la Virgen, sugiere que resultaría juicioso “devolver el manto a la vitrina”. “No se trata de desvirtuar los actos religiosos, pero quienes lo hacen no son quienes critican la exhibición de ese escudo sino quienes eligen ese manto para vestir la imagen”, reflexiona el diputado.

Los representantes del grupo parlamentario socialista en la Asamblea han rehusado pronunciarse sobre el asunto.