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domingo, 13 de diciembre de 2015

El exilio republicano en el norte de África


Buen número de españoles tras la guerra civil lograron refugiarse en Oran y con posterioridad en la ciudad internacional de Tánger, Casablanca o Rabat. El último libro del historiador Morro Casas sobre los campos de concentración franceses en el norte de África contribuye a arrojar luz sobre el aún poco conocido exilio republicano

Francisco Sánchez Montoya - Red Marruecos | Ceuta 04 de Diciembre de 2015
La primera publicación de Jose Luis Morro, dentro de esta colección se centró en el Campo de Vernet d’Àriège, sobre la tragedia vivida al final de la Guerra Civil por miles de españoles que atravesaron la frontera hacia Francia; su hacinamiento en playas y campos de concentración, el trato vejatorio que recibieron por parte del gobierno francés, la huida a países de acogida de algunos, la participación de otros en la II Guerra Mundial, la muerte de muchos de forma despiadada. De este libro ya se han realizado dos ediciones y en este momento se encuentra agotado. El segundo libro, trata sobre el Campo de Gurs, también agotado en estos momentos. Campos africanos. El exilio republicano en el norte de África, hace mención a la salida de Max Aub del campo argelino de Djelfa y, su posterior embarque en el puerto de Casablanca, el 10 de septiembre de 1942 en el vapor portugués Serpa Pinto rumbo a México, meses antes de que se cerrase definitivamente el campo de concentración de Djelfa.

No obstante, Jose Luis Morro desarrolla la historia centrándose en el barco inglés Stanbrook, que partió desde el puerto de Alicante hacia Orán. De hecho, en el anexo reproduce una relación nominal de los pasajeros embarcados, recopilada por el profesor Juan Bautista Vilar, en el que aparecen 2.620 pasajeros. El barco que hace 75 años sacó de España a miles de refugiados. El puerto de Alicante fue escenario de la tragedia que se vivió, cuando miles de republicanos llegaron desde todo el país con la esperanza de escapar de la represión. Se encontraron sólo con este navío mercante que sólo pudo salvar a unos cuantos miles, en los últimos días de la guerra. El barco, con una capacidad para 800 personas, llegó a cargar a casi 3.000 refugiados rumbo a Orán, al frente del buque estaba el capitán Dickson.
Campos africanos. El exilio republicano en el norte de África, hace mención a la salida de Max Aub del campo argelino de Djelfa y, su posterior embarque en el puerto de Casablanca, el 10 de septiembre de 1942 en el vapor portugués Serpa Pinto rumbo a México, meses antes de que se cerrase definitivamente el campo de concentración de Djelfa
Este puerto al final de la contienda, fue una tabla de salvación para cientos de republicanos, ya que caídos los puertos de Cataluña, el de Alicante era el único que quedaba libre, allí se reunieron unas 20.000 personas huyendo, entre las que había familias, cargos públicos, campesinos, maestros, militares en derrota, a quienes les habían prometido que habría barcos que les sacarían de España. El destino de este éxodo fue Orán y su región: la Argelia occidental limítrofe con Marruecos. Las cifras que recoge el historiador Juan B. Vilar son las siguientes: 8.000 asilados en Argelia, a los que se suman 4.000 en Túnez y 1.000 aproximadamente en Marruecos. Las mujeres y los niños eran conducidos a centros de albergue mientras que la gran masa de excombatientes y los varones en edad militar fueron internados en campos de trabajo, de los que destacamos los argelinos de Morand y Suzzoni, el oranés de Rélizane. Se crearon también campos de castigo como el de Merijda y Djelfa.

De Orán a la fosa común de Ceuta
Miles de españoles se encontraban el 28 de marzo de 1939 en el puerto de Alicante, entre ellos tres jóvenes, Antonio Reinares Metola, José Congost Plá y Ramón Valls Figuerola, ellos aguardaban un barco que les permitiese abandonar España, camino del exilio lo que realizaron en el buque Stanbrook, zarpando hacia Orán (Argelia). Cinco años después estos tres alicantinos fueron fusilados ante los muros de la fortaleza del Monte Hacho y enterrados en la fosa común, a los pocos años sus cuerpos fueron trasladados a un nicho.

Pudieron abandonar Argelia, tras muchas penurias, y establecerse en el Marruecos francés, concretamente en Casablanca, donde organizan una resistencia al régimen, con la creación de la denominada Unión Nacional Antifascista (U.N.A.). Estudian la posibilidad de establecerse en Tánger, como cabeza de lanzadera. El 10 de agosto de 1941 se desplaza a la ciudad internacional José Congost. Realizó el viaje en ferrocarril, escondido en un cajón y protegido por el jefe de estación.  Comienzan a recibir desde Casablanca el boletín Reconquista de España, que lo adaptarían con el nombre de Liberación de España, escrito a máquina, y lo reparten por la ciudad.

Como el trabajo de captación va en aumento, el recién llegado José Congost requiere nuevamente de Casablanca el envío de otro delegado más y a los pocos meses llegó por el mismo conducto Antonio Réinales Metola, este tiene en sus planes inmediatos el trabajo de reorganizar las Juventudes Socialistas Unificadas. Al cabo de algunos meses formó un comité, integrado por Amalia Guerrero, Sebastián Mesa, León Azulay, Jacob Cuby y Rubén Bengio.
Pudieron abandonar Argelia, tras muchas penurias, y establecerse en el Marruecos francés, concretamente en Casablanca, donde organizan una resistencia al régimen, con la creación de la denominada Unión Nacional Antifascista. Estudian la posibilidad de establecerse en Tánger, como cabeza de lanzadera
En septiembre de 1941 se envían dos nuevos dirigentes desde Casablanca, Adelo Aguado Hidalgo y Ramón Valls Figuerola; éstos asumen mayores y más amplias atribuciones y, sobre todo, el propósito de abrirse camino hacia Ceuta, entrevistándose con Demetrio Valentín, quien sirve de enlace para hablar con Pedro Rodríguez, dirigente socialista, quien hacía pocos meses había salido del Hacho. También asistieron el secretario político del PSOE Juan Traverso, y los cenetistas Agustín Álvarez y López Infante.

Debido a los nuevos proyectos deciden que el dirigente recién llegado desde Casablanca, Adelo Aguado, viaje a Madrid para mantener algunas reuniones y obtener más información. Pero fue detenido y llevado a la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol, y tras duros interrogatorios se le acusó de “atentar contra la seguridad del Estado y fomentar la organización de partidos políticos”. Tras un consejo de guerra sumarísimo, fue ejecutado a garrote vil el 28 de mayo de 1942 en Madrid. La detención de Adelo Aguado origina que las autoridades franquistas comiencen a encarcelar a los demás miembros que se encontraban en Ceuta y Tánger. En total son noventa y un detenidos. Todos son enviados a Ceuta, los hombres a la fortaleza del Hacho y las mujeres a la prisión del Sarchal. Se celebró el consejo en el cuartel de Sanidad, habilitándose una gran sala especial, comenzando el 9 de marzo de 1944. Después de siete días de vistas y declaraciones se aprobaron las múltiples condenas, destacando las penas de muerte a los alicantinos, José Congost Plá, Antonio Reinares Metola y Ramón Valls Figuerola, acusándoles de un delito contra la seguridad del Estado.

El 18 de agosto de 1944, a la siete de la mañana, fueron fusilados los tres jóvenes alicantinos. Un camión militar transportó sus cuerpos al cementerio, siendo enterrados en la fosa común. Pero, cinco años después, el 15 de noviembre de 1949, José Guerrero Garrido abonó el traslado de los restos de estos tres republicanos desde a un nicho. Como detalle significativo, en la lapida donde se tallaron sus nombres, se dibujó en grande y justo encima una gran estrella de cinco puntas, símbolo de las Juventudes Socialistas Unificadas, que todavía continúa en el cementerio de Ceuta. En torno al exilio español en el Magreb existe un gran desconocimiento, a pesar de los años transcurridos, esa aventura humana que vivió una parte del exilio español en el norte de África: cárceles, campos de concentración, compañías de trabajos forzados y represión. Cuando llegaron frente a Orán, el puerto de la costa argelina, empezó un verdadero calvario. La aventura de esta España peregrina no terminó oficialmente hasta que iniciada la transición democrática en España, la nueva Constitución, refrendada por una inmensa mayoría de españoles, puso fin a la realidad y la dialéctica de las dos Españas, iniciándose un periodo de reconciliación y de consenso democrático. La información sobre el exilio republicano, ha sido notoriamente insuficiente en los medios de comunicación de masas, de modo que la mayoría de la población, especialmente los jóvenes, lo desconocen.
En torno al exilio español en el Magreb existe un gran desconocimiento, a pesar de los años transcurridos, esa aventura humana que vivió una parte del exilio español en el norte de África: cárceles, campos de concentración, compañías de trabajos forzados y represión. Cuando llegaron frente a Orán, el puerto de la costa argelina, empezó un verdadero calvario
El historiador José Luis Morro
En las décadas de los años ochenta este prestigioso historiador estuvo en nuestra ciudad de Ceuta realizando el servicio militar. Y desde entonces guarda con gran cariño aquella Ceuta que lo acogió.  Son numerosas sus conferencias y estudios sobre el todavía desconocido exilio en el norte de África. La pasada semana intervino en el Ateneo de Madrid, dentro del marco del 75º aniversario del Exilio Republicano, Organizada por la Asociación de Descendientes del Exilio español. Contando con Ludivina García, Bechir Yazidi, profesor de la Universidad de Manoubade, Túnez, y especialista en el exilio en el Norte de África. Victoria Fernández Díaz, investigadora, y autora del libro: El Exilio de los marinos de la República, hija de refugiado en el Norte de África.  También son de destacar su trabajo sobre Max Aub, en Guerra Civil, exilio y literatura; Anna Seghers y Max Aub: dos destinos unidos por Gilberto Bosques; El exilio cultural de la guerra civil (1936-1939). Max Aub, ¿un exilio diferente?; El exilio literario español de 1939; Literatura y cultura del exilio español de 1939 en Francia, entre otros. Y sus últimos libros, Campo de Vernet d’Àriège, Campo de Gurs y este último Campos africanos. El exilio republicano en el norte de África.

sábado, 10 de octubre de 2015

"Tormenta en la memoria" libro sobre la represión franquista en las Islas Canarias



Francisco González Tejera
Les presento "Tormenta en la memoria", mi libro de relatos sobre la represión franquista en las Islas Canarias, un recorrido desde lo más recóndito de mi conciencia, escrito letra a letra para recuperar los recuerdos amordazados, los que nos han robado en tantos años de dolor, los más de 5.000 asesinatos franquistas en este archipiélago desafortunado, donde en distintos momentos de su historia la sangre ha corrido por sus hermosos barrancos. Un libro, un instrumento de lucha, un trozo de amor, una forma de aportar mi grano de arena para que se haga justicia, para que no se siga ocultando, aún en 2015, un genocidio orquestado por las fuerzas más siniestras de las cloacas del estado español.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Sánchez-Prado: el recuerdo de un "santo republicano"


Rafael Peña - Ceuta, 10 sep (EFE).- 
Fue un médico y un político comunista español que fue asesinado por fusilamiento. Sin embargo hoy, 79 años después, Ceuta todavía recuerda y venera a un "santo republicano" que se ganó un hueco en la historia de la ciudad: Antonio López Sánchez-Prado.

Este sevillano, nacido en Herrera el 4 de mayo de 1888, se ganó el cariño de los ciudadanos gracias a su constante ayuda, lo cual ha quedado en la memoria colectiva de una ciudad que tiene muy presente al alcalde fusilado el 5 de septiembre de 1936 a manos de los sublevados fascistas poco después de comenzada la Guerra Civil.

Sánchez-Prado murió en la playa del Tarajal, la misma donde hace más de un año se convirtió en el foco de la atención internacional por el fallecimiento en sus inmediaciones de 15 inmigrantes subsaharianos que intentaban entrar en grupo en la ciudad.

El doctor, cuya figura se ha convertido en objeto de veneración para la mayoría de los ceutíes, ha pasado al imaginario colectivo como un hombre que siempre ha estado al lado de los más humildes, según ha dicho a Efe su biógrafo, el investigador ceutí Francisco Sánchez Montoya.

"Sánchez-Prado tuvo una dimensión política innegable, pero la que llegó al pueblo fue la que encarnó su rostro humano, la que estaba cerca de la gente, que todavía hoy tiene en la cama de un centro hospitalario una fotografía suya junto a las estampas de San Pancracio", ha argumentado el investigador y escritor del alcalde represaliado.

El doctor Sánchez-Prado había desembarcado por primera vez en Ceuta en marzo de 1923. "Su trabajo como médico de la beneficencia le acercó a las capas sociales más humildes".

El historiador ha recordado que durante la República, Sánchez-Prado ocuparía, durante un par de años y hasta noviembre de 1933, un escaño en el Congreso de los Diputados, siendo alcalde de Ceuta del 22 de abril al 4 de junio de 1931 y del 20 de febrero al 18 de julio de 1936.

"Sánchez Prado: Médico, diputado y alcalde de Ceuta durante la Segunda República" es el título del libro que el historiador ha dejado como legado para recordar a una buena persona a la que define un detalle: "en su tumba nunca faltan flores", ha afirmado Francisco Sánchez.

"Trágica fue su muerte pero su figura ha estado siempre presente en los acontecimientos de los ceutíes. La gente humilde de Ceuta le profesaba un cariño excepcional y tiene una razón de ser: cuando ejercía de médico era un hombre entregado a los más necesitados", ha dicho.

La gente mayor cuenta que cuando llegaban a su casa, "además de no cobrarles la visita, les compraba la medicina o les dejaba dinero debajo de las almohadas y eso se recuerda", ha puntualizado.

El 1 de septiembre de 2006 el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas (PP), inauguró una estatua en bronce de Antonio López Sánchez-Prado en la avenida que lleva su nombre, frente al edificio del Ayuntamiento que el presidió, hoy Palacio de la Asamblea de Ceuta.

Se trata de una escultura de tamaño real, obra de los hermanos Pedrajas, aunque se trata de "poco reconocimiento", según el historiador.

En su opinión, Ceuta tiene una deuda con el alcalde, "que bien se podría solucionar con un sencillo acto institucional cuando se conmemora su fusilamiento ante su escultura, para que el pueblo ceutí rinda un homenaje simple a esta persona tan querida. Es necesario porque detrás de él están los 267 compañeros que fueron fusilados en Ceuta por luchar por la libertad".

Hoy, el recuerdo de lo que muchos consideran un "santo republicano" sigue estando muy presente pese a que la historia ya contempla 79 años desde su fallecimiento. Las muestras de cariño así lo permiten y su mausoleo en el cementerio católico de Santa Catalina es una buena evidencia de ello.

domingo, 30 de agosto de 2015

Alcalde Sánchez Prado y sus 267 compañeros ¿Nuevo homenaje fallido?


Francisco Sánchez Montoya en Historia de Ceuta y el proctectorado español 30/8/15
Nuevamente, pasará este 5 de septiembre, y vuelvo a escribir, otro año más, sin un recordatorio institucional donde se den cita todos los concejales, partidos políticos, sindicatos… Y debería ser las autoridades, en este caso comandada por la Ciudad Autónoma, las que tienen que contribuir a que los valores de libertad que representó este alcalde nunca se olviden y que los más jóvenes, sepan qué significó aquella lucha por la democracia, dónde muchos ceutíes como él, dieron su vida por la libertad.

Pero, bueno, tal vez, me equivoque y dentro de seis días se Institucionalice, este homenaje, para llevarse a cabo todos los años.

Fue un modelo para muchos. Médico antes que político, su detención y posterior ejecución causó conmoción en una sociedad ceutí que admiraba a este benefactor facultativo y para quien esta figura representa, como Alcalde, la esencia y lucha por la democracia.

Las autoridades locales deberían encargarse de perpetuar su significado y organizar un acto institucional donde estén presentes todos los concejales, partidos, sindicatos y ciudadanos que se quieran sumar al acto. Y, además, precisamente fue la Ciudad Autónoma la que cimentó la estatua, que realizó el estudio de los hermanos Predrajas.

De todas formas, es raro el día que alguien no deja un ramillete de claveles rojos, en su estatua. Es una pena que fechas como ésta terminen pasando desapercibidas para la ciudadanía y solo unos pocos las recuerden. En Andalucía se hace con Blas Infante, asistiendo la Presidenta de la Junta, en Galicia Alexandre Bóveda, en Cataluña en nombre de la Generalitat, se rinde homenaje a Lluís Companys…
Aquel Alcalde, es, el símbolo que siempre estuvo en la memoria colectiva del pueblo y que se eternizó con el regreso a la democracia. Su figura representa la lucha contra las dictaduras por la que dio su vida. En su consejo de guerra lo dejó bien claro: “Me pude marchar a Tánger, pero mi lugar estaba junto a los ceutíes, que tanto confiaban en mi”. Todos los años se organizan por parte de algunos partidos, sindicatos y asociaciones algún acto con la colocación de unos claveles rojos en la estatua de la avenida que lleva su nombre.

A buen seguro, en la soledad de aquel calabozo, de hace casi ocho décadas, todavía el alcalde confiaba y mantenía la esperanza de un posible indulto. Pero no fue así, se recibió desde la Jefatura de las fuerzas militares del norte de África, con sede en Tetuán, el “enterado” y aprobación del fallo del Consejo de Guerra. En su interior sabia que las tropas sublevadas tenían como primer punto crear pánico y miedo entre la población civil con ejecuciones sumarísimas y él en estos dos meses de detención había sido testigo de muchas.

Cuando las manecillas del reloj apenas marcaban los primeros minutos de la madrugada del 5 de septiembre de 1936, el juez militar teniente coronel Ramón Buesa en compañía de su secretario se desplazan desde el acuartelamiento de Sanidad (actual manzana del Rebellín), donde se celebró el consejo de guerra, hacia el Cuartel del Rey, donde el alcalde se encontraba detenido junto a su secretario De la Torre y los vecinos de la barriada del Sarchal, Ángel Guijo y Fidel Vélez. La ejecución se llevó a cabo a las nueve de la mañana, en la playa del Tarajal. El médico forense certificó las muertes y en un furgón de Sanidad militar fueron transportados al deposito de cadáveres del cementerio de Santa Catalina, donde se le entregó por orden del juez militar los cadáveres a los familiares para verificar su entierro, pero dejando bien escrito: “Que no podrá hacerse con pompa”.

SENTENCIA
“En la Ciudad de Ceuta a cinco de Septiembre de mil novecientos treinta y seis, reunido el Consejo de Guerra de Oficiales generales para ver y fallar la causa instruida por presuntos delitos de rebelión y sedición. Que debe condenar y condena a los procesados Don Antonio López Sánchez Prado, Adolfo de la Torre Guillen, Ángel Guijo Higüero y Fidel Vélez Roldan a la pena de muerte por el delito de rebelión militar”. A las 6,30 de la madrugada llegó el piquete encargado de la ejecución y hacen guardia en la puerta. Tras una agónica madrugada, a las 8,30 los sacaron, en la puerta del cuartel les esperaban dos camionetas de automovilismo y un coche. Algunos civiles, desde las aceras y sobretodo desde las puertas de las casas colindante con el cuartel, patio Hachuel”, ven salir a Sánchez Prado junto a sus compañeros, esposados y custodiados por varios soldados, en sus rostros se ve la tragedia que les espera. Nadie se atreve a levantar la voz, el miedo los atenaza. Tras recorrer las camionetas los escasos tres kilómetros, llegan a la zona conocida en el Tarajal como “el tripero”, allí un piquete de 20 hombres al mando de un oficial se llevaron a cabo la ejecución.

SÁNCHEZ PRADO Y SUS 267 COMPAÑEROS
Institucionalizar el homenaje al alcalde de Ceuta Sánchez Prado, por parte de la Corporación municipal, todos los 5 de septiembre, sería rendir un respeto a la actual democracia por la que 268 ceutíes dieron su vida. Recordemos en cifra como fue aquella represión, para alcanzar esa tétrica cifra de ceutíes que acabaron frente a un pelotón. También hubo una represión administrativa y, por otra parte, ¿cuántos encausados no llegaron al pelotón de fusilamientos? Muchos de ellos murieron mientras eran transportados, sobre todo en la “curva de las viudas” camino de la prisión de García Aldave. ¿Cuántos murieron en las enfermerías como consecuencia de malos tratos o enfermedades sin cuidados?

La consulta de distintos documentos permite acercarse a la cruda realidad judicial de aquellos años. Los procedimientos sumarísimos de urgencia, que la legislación fijaba como formula ocasional, se convirtieron, sin embargo, en la única formula empleada por los tribunales para juzgar los supuestos delitos de los que no eran adictos al nuevo régimen. Amparados en la más absoluta impunidad y parapetados tras la vía jurídica no dudaron en acusar y condenar de adhesión a la rebelión a los que precisamente habían defendido la legalidad constitucional.

Y, desglosando las cifras, se puede apreciar que el mes de agosto de 1936 se convierte en el más trágico de toda la represión en Ceuta, con 73 víctimas, de las cuales tan sólo siete se efectúan tras los respectivos consejos de guerra; el resto, sesenta y seis, fueron debidas a las sacas de madrugada, tras sacarlos de la prisión de García Aldave y el Hacho.

Por militancia política, el número mayor de fusilados fue para los anarcosindicalistas y por profesiones el estamento militar fue él más castigado, sobretodo en 1938. Tras el inicio de la represión, con el paso de los meses, el número de fusilamientos fue disminuyendo paulatinamente. En los cinco primeros meses se registraron un total de ciento veintiocho ejecuciones, casi el 50% de las llevadas a cabo durante toda la represión. En 1937 se registraron noventa y seis, para continuar bajando hasta cuarenta y uno en 1938, y hasta seis años después no se consignaron los últimos tres fusilamientos en Ceuta. Estos datos confirmarían la conclusión en el sentido de que la represión sustancial se produjo en los primeros meses.

Respecto al sexo dos mujeres fueron ejecutadas. La actuación de las mujeres quedó generalmente oculta y el papel que desempeñaron y su protagonismo son destacados en poquísimas ocasiones. Sin embargo, la mujer, durante la República, había comenzado a integrarse en el ámbito de la política.

Tras las primeras ejecuciones, el 21 de julio de 1936, hasta 1938, en todas se consigna herida por arma de fuego, aunque después, en el registro civil, aparecen muchos tachados. Hay un paréntesis de seis años, desde 1938 a 1944, que no se producen más ejecuciones. Tal vez las hubo, pero se pudieron encubrir en los libros como hemorragia interna. Esto ocurrió con el fusilamiento de los tres miembros del Partido Comunista en agosto de 1944.

EN 1939, SU MUJER ENCARCELADA
Dolores Escacena, mujer del alcalde, no podía, pese al cariño, continuar por más tiempo en Ceuta y cruzarse en la calle con personajes que se sumaron al golpe y contribuyeron al asesinato de su marido. Es una mujer joven, con tan solo cuarenta años. Le ofrecieron regentar una pensión en Sevilla y con ello poder conseguir sacar a la familia adelante, tenia cuatro hijos.

La situación económica en la que quedó era muy angustiosa, en el consejo de guerra se detalló que apenas tenían 19,50 pesetas en el banco y ninguna propiedad. Pero no conforme con esto, la Falange local le requisó su vehículo, un Chevrolet de 1935.

Su amigo el farmacéutico Joaquín Alonso ayudó en todo lo que pudo a la viuda, vendiendo el instrumental médico de su consulta de la calle Real, frente a la Iglesia de Los Remedios.

Días antes de ser fusilado dejó dicho que algunas piezas se las regalasen al prestigioso otorrinolaringólogo malagueño Lazarraga. Este, durante los últimos años, pasaba consulta cada mes en la de Sánchez Prado. En abril de 1937 ya estaba la familia del Alcalde en la capital hispalense regentando una modesta casa de huéspedes. Parece que las cosas podrían enderezarse, a pesar del drama vivido.

Dolores Escacena, desde su llegada a Sevilla, comenzó a contactar con otros militantes de izquierda que habían creado una pequeña resistencia al franquismo. La policía la vigilaba porque sospechaba de sus reuniones y le seguía muy de cerca, pero lo que más deseaban era detener a todos los miembros de la izquierda sevillana.

El 28 de junio de 1939 la policía se persona en la pensión de la mujer de Sánchez Prado y la detiene junto a su hija y su cuñado.

Vuelven a vivir aquella trágica madrugada del 18 de julio en Ceuta cuando detuvieron a su marido. Madre e hija estarán en prisión hasta 1940. A los pocos años, el 20 de abril de 1946, su hija Carmen falleció debido a las penurias pasadas en la cárcel.

Dolores Escacena Carreño fue una mujer fuerte, con personalidad y llena de recuerdos. Se trasladó a Madrid donde vivió junto a su familia sus últimos años, falleciendo el 16 de febrero de 1993. La inhumación se produjo al día siguiente en el cementerio de La Almudena.

En las guerras civiles, la violencia fuera de los frentes se ha basado con mucha frecuencia en motivos sórdidos, venganzas personales, envidias y rencores. Uno de los ejes fundamentales del aparato represivo del régimen franquista fue el encarcelamiento masivo de todo aquel que formaba parte de la anti-España, convirtiéndose la cuerda de presos en la imagen habitual de la posguerra.

En diciembre de 1939 había más de 270 mil reclusos en España. Repartidos por decenas de centros de reclusión, la mayoría de ellos improvisados y sin las mínimas condiciones de habitabilidad e higiene.

La mujer del alcalde, Dolores, recibió el 6 de noviembre de 1939, una notificación del Tribunal de Responsabilidades Políticas imponiéndole una multa por las actividades de su marido. Donde se indicaba que el medico y alcalde Sánchez Prado estaba en ‘paradero desconocido’. Seis meses después recibe otra notificación imponiéndole una multa y dándole un plazo para un posible recurso.

No pudo presentarlo, no solo por la desolación tras el asesinato de su marido, sino porque ella y su hija Carmen se encontraban en la cárcel de Sevilla. En 1940 la sentencia se hizo firme: “Resultando que dictada la sentencia le fue notificada al condenado, quien dejó transcurrir el tiempo que la Ley señala, sin que haya utilizado recurso contra la misma, se declara firme la sentencia dictada en este expediente de Responsabilidad Política contra Antonio López Sánchez Prado, al que se le notificará en forma, haciéndolo en su domicilio. Se le requiere para que en el plazo de veinte días haga efectiva la sanción económica”.

domingo, 23 de agosto de 2015

En recuerdo del diputado por Melilla Luís Barrena en su aniversario


El 22 de agosto de 1936, aparecía abatidos a tiros en A Coviña (O Freixo) en la provincia de A el diputado por Melilla, Luís Barrena. 

La asociación Tierra de Outes, tuvo el honor de levantarle un monolito para recordar su memoria. 

Luís Barrena, aunque no era nacido en Galicia, si estaba casado con una gallega de Muros, por ese motivo el golpe fascista lo cogió en Muros,  pasando las vacaciones. 

Matías Gimeno, la historia oculta

Matías Gimeno Orts, a la izquierda. A la derecha de la imagen, de pie, Juan Bautista García Sales, el soldado muerto. La fotografía fue tomada el día de la jura de bandera, en los cuarteles de Ceuta. / FOTOGRAFÍA CEDIDA POR LA FAMILIA  

Francisco Sánchez Montoya el Faro de Ceuta 28/9/14
El 29 de septiembre de hace 70 años, un joven soldado valenciano fallecía en Ceuta, su compañero de milicia y paisano Matías Gimeno, narró la historia que ocultó, en el diario El País: “No falleció de apendicitis como se le comunicó a la familia de la víctima, sino por la agresión de un mando que acosaba a los reclutas por “rojos”.

Juan Bautista García Sales, estaba destinado en el primer Batallón de Autos de Marruecos. Matías continúa con su narración… “cometió el error de confundir el paso durante la instrucción que realizaba en la explanada del puerto de Ceuta. Y lo pagó con su vida, tras una agonía de 11 días en el hospital militar. El Ejército echó tierra sobre el asunto: comunicó a la familia que había fallecido como consecuencia de una peritonitis. Fue una injusticia muy grande y no se podía hacer nada. La dictadura era un muro inmenso, el brigada le golpeó en la cabeza y empezó a echar sangre por la boca y los oídos. Lo reventó”.

Matías Gimeno Orts, de Roca, la vecina pedanía de Meliana (Valencia), recibió un permiso de 11 días con el encargo de entregar a la familia del fallecido su ropa y pertenencias. Era su mejor amigo. Batiste, como era conocido por familiares y amigos, había muerto con la cabeza sobre su brazo el día de San Miguel (29 de septiembre) a las siete y media de la tarde, dos días después de haber cumplido 22 años. Matías presenció lo ocurrido y 70 años después todavía no ha podido olvidarlo, cuenta al periodista del País. Ahora tiene 92. Es un labrador retirado que vive el último tramo de su vida rodeado de jaulas con jilgueros, pardillos y verderones, y no quiere morir sin que se sepa la verdad sobre la muerte de Batiste, a quien define como “una bellísima persona, un brigada nos tenía ojeriza a los valencianos porque veníamos de zona republicana. Había terminado la guerra y aquí éramos rojos. Nos insultaba constantemente”.

Matías Gimeno Orts, rodeado por familiares de Juan Bautista García Sales, sostiene la foto de la víctima a la derecha y la suya, a la izquierda. / JESÚS CISCAR

Matías lo estuvo visitando en la cama número 83 del hospital militar de O´donnell hasta el momento de su muerte. Ese día recibió un recado desde el hospital: “Si quieres ver a Bautista vivo, ven, que está muy malito”. A los parientes se les recomendó que mejor no fueran a verlo. Los compañeros pasaron la gorra y pagaron un nicho en el cementerio de Santa Catalina, del que cinco años después, sin aviso, fue exhumado y trasladado a una fosa. Desde entonces reposan allí sus restos. Batiste había estado de permiso en Foios un mes antes de morir, por las fiestas del pueblo. Hacía 11 meses que había salido de allí para cumplir el servicio militar. Batiste trabajaba de mecánico en Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha y ayudaba a sus dos hermanos en el campo. Aunque el ambiente en los talleres de FEVE estaba muy politizado durante la guerra, Batiste no había militado en ningún partido ni sindicato.

Pero con la llegada de la democracia, Matías Gimeno contó la verdad al periodista Miquel Alberola del diario El País. Un sobrino del soldado asesinado, el periodista Vicent García Devís, había iniciado una investigación a raíz del testimonio de Matías Gimeno, el soldado que presenció la muerte violenta de su amigo desde una fila del mismo batallón. Y Matías se lo contó a Vicente García Sales, el hermano de Batiste y padre de Vicent: “Mi padre me transmitió ese malestar, que es como una herida familiar sin cerrar, y sentí que tenía que hacer algo”.

Hace 23 años, que Vicent acudió al Ayuntamiento de Ceuta, consiguió una fotocopia del libro de defunciones y averiguó en qué nicho había sido enterrado su tío. Iba con el propósito de recuperar sus restos para llevarlos al cementerio de Foios e inhumarlos junto a los de sus abuelos. “Me los habría traído en una caja de zapatos si hubiese podido”, se sincera. Pero se encontró con que el nicho estaba ocupado por los restos de otra persona: “Por lo visto, los amigos, que debían de tener muy poco dinero, adquirieron una concesión de uso de solo cinco años, pero nadie preguntó a la familia si la quería renovar”. Tras una investigación posterior descubrió que sus restos, “en solo tres minutos”, habían sido retirados del nicho y depositados en la fosa del patio número cinco. “Lo primero que hice fue llevarle un ramo de flores, el primero que podía ofrecerle la familia después de tantos años. Tomé una fotografía y la mostré a mis parientes”.

Investigar lo sucedido
Vicent García, sobrino de Batiste, se sentía impulsado a hacer lo posible para reparar su memoria… “Lo hice sin decir para qué quería la información, ya que en el ámbito militar todo va gota a gota y siempre te dan lo mínimo”. Así obtuvo el expediente personal de Batiste, con el documento que el jefe del Batallón de Autos de Marruecos mandó a la Guardia Civil para que, dos días antes de su fallecimiento, comunicara a la familia que el soldado “se encuentra mejorando de la enfermedad que padece”. Y encontró el expediente del hospital militar, cuyo resumen histórico detalla que el soldado ingresó con “apendicitis”: Presenta fuertes dolores en fosa ilíaca derecha y defensas en paredes. Fórmula y recuentos elevados. 16.600 leucocitos. Intervenido mediante raquianestesia, se encuentra el apéndice en malas condiciones, se le extirpa y se le coloca un drenaje de goma. Se da parte de gravedad por peritonitis consecutiva de apendicitis.

Homenaje en Ceuta por parte de Memoria Histórica del País Valenciano
El Grupo de Memoria Histórica del País Valenciano, le rindió junto a sus familiares un homenaje en Ceuta, a instancias del sobrino de Batiste, Vicent García, con la ayuda del consejo del Grupo de Recuperación de Memoria Histórica de la Fundació Societat i Progrés, representada en Matías Alonso.  Se desplazaron hasta el cementerio de Santa Catalina, donde se descubrió una placa. Tomo la palabra Vicent, habló a los presentes en este modesto pero emotivo homenaje, para concluir con la reproducción de una grabación que portaban, en el silencio del cementerio sonó la “Muixeranga”, una canción tradicional valenciana. Vicent García comenta sobre ese acto en Ceuta: “En el eché en falta alguna referencia a la soledad, a la falta de reparación simbólica por parte de las autoridades democráticas. A la clandestinidad, a que ninguna autoridad civil, ni militar acudió al acto, a que no hemos recibido ni una sola nota de reparación simbólica por las autoridades democráticas de Ceuta o de la península, como representantes del Estado. Eso, me hubiera gustado, porque era la idea medular de la reclamación. Nadie quiere venganza, pero parece que las autoridades hacen oídos sordos a todo lo que es todavía nuestro doloroso presente” concluyó Vicent García.

“Vicent García Devís ha viajada por medio mundo, y se le quedaba el gusanillo con la historia”, recuerda Amparo Gimeno, la hija de Matías Gimeno: “Le quedaba la pena y hablando un día mi hermana con otra chica de aquí, resulta que casi son familia y le presentó a Vicent. ‘Si lo que tú me cuentas de tu padre cuando hizo el servicio militar, casi que es la misma del mío. ¿Podríamos ir a hablar con tu padre, y ver si coinciden las fechas y los datos?, preguntó Vicent”, Hasta ahora, los últimos represaliados comprobados eran de agosto de 1944. Fue precisamente gracias a estas historias con las que Matías Gimeno hacía pasar el rato a sus hijos como la familia del soldado Batiste descubrió la existencia de un testigo presencial de los hechos que aún vivía. “En mi familia preferían ocultarlo, pero nos lo habían contado mis padres, mis tíos. Todos sabían la verdad”, explica Vicent. Gimeno también contó, en cuando pudo, lo que pasó, y fue una censura impuesta por ellos mismos.

En este 29 de septiembre se cumplen 70 años de la muerte de Batiste, su sobrino, el periodista Vicent García Devís, asegura: “Juan Bautista García Sales, “Batiste”, como le llamaban en casa, murió asesinado en Ceuta, mientras realizaba su servicio militar. Salió de su pueblo, Foios, acompañado de su hermana Rosario, en plena semana fallera de 1943. Era mecánico de trenes y nunca había salido de Valencia. Tres días duró el viaje, recorrió 808 kilómetros. En septiembre de 1944, Batiste fue ingresado en el Hospital militar con un fuerte derrame interno, tras los golpes que le propinó el suboficial, porque había perdido el paso”. Vicent continua con su relato: “Pero, como tantas otras falacias y mentiras médicas de la época, Batiste murió en brazos de su amigo Matías, oficialmente de una septicemia provocada por una apendicitis mal resuelta. Su madre, Amparo, viuda, con 9 hijos a su cargo, recibió un telegrama oficial el día anterior asegurando que su hijo mejoraba y que se encontraba bien: ¡que no viajaran a Ceuta que pronto se repondría!”, concluyó García Devis.

Agosto de 1944
En el año que falleció Batiste, fueron fusilados las tres últimas víctimas de la represión en Ceuta, los alicantinos Congost, Reinares y Ramón Valls. La frase “siempre nos queda Tánger” era la más pronunciada por los cientos de republicanos que desde Ceuta, el Protectorado en Marruecos y las ciudades costeras andaluzas huían del golpe. Desde un primer momento en Tánger se crea una resistencia al franquismo, realizando desde la finalización de la Guerra reuniones en Ceuta y en las vecinas ciudades del protectorado, Tetuán o Larache. Los servicios secretos de Franco los tienen vigilados, pero no pueden detenerlos. Esta resistencia tiene su fin cuando las tropas de Franco toman Tánger en junio de 1940, muchos pudieron huir a Casablanca, protectorado Francés o vía Marsella al exilio europeo y después al continente americano. Otros se quedaron en Tánger continuando con la resistencia al régimen. La resistencia estaba liderada por el socialista Antonio Castilla. En uno de sus múltiples contactos con los exiliados en Casablanca, les piden que necesitan a un delegado para su apoyo, ya que ellos al ser conocidos en la ciudad están muy vigilados por la policía. Recordemos que en Casablanca se encontraban numerosos españoles exiliados, sobre todo alicantinos, quienes al terminar la guerra pueden huir por los puertos del levante español y cruzar hacia Argelia. Allí tras estar detenidos en los campos de concentración, y pasar penalidades, muchos logran pasar a Casablanca. Tras este llamamiento, se desplaza en agosto de 1941, José Congost. Como el trabajo de captación va en aumento, el recién llegado requiere nuevamente de Casablanca el envío de otros compañeros y a los pocos meses llegaron los jóvenes alicantinos Antonio Réinales, Ramón Valls y Adelo Aguado.

Una ceutí coronel del ejercito ruso


Francisco Sánchez Montoya 16/8/15 en Historia de Ceuta y el protectorado español
Cuando la ceutí África de las Heras cursaba sus estudios primarios en el Colegio de la Inmaculada, pocos podían pensar que acabaría sus días en Rusia con el grado de coronel. Nació el 27 de abril de 1909, al final de la actual calle Real -por aquel entonces Soberanía nacional- poco antes de llegar a la actual Plaza de Maestranza. Muy joven se marchó a la península, no sabemos exactamente cuándo fue, pero según algunos testimonios como el de Santiago Carrillo ella participó en la preparación de la huelga general de octubre de 1934 en Asturias. Tras militar en el PSOE y el PSUC fue captada por el servicio de información soviético (NKVD) durante la guerra civil española.

Estuvo implicada en el asesinato de Trotsky, participó como guerrillera en la URSS durante la Segunda Guerra Mundial, y fue una decisiva agente del KGB durante la guerra fría en Latinoamérica. Alcanzó el grado de coronel del KGB y está considerada una figura legendaria de los servicios de inteligencia de la extinta Unión Soviética.

Murió en 1988 y está enterrada en Moscú. África de las Heras fue condecorada por la Unión Soviética en varias ocasiones y terminó su carrera en los servicios secretos soviéticos como instructora de espías. África murió en Moscú el 8 de marzo, Día de la Mujer, de 1988 con el grado de coronel. Fue enterrada con honores militares en el cementerio de Kuntsevskoe.

África de las Heras fue la espía española más activa al servicio de la URSS durante cerca de medio siglo. María Pávlovna, María de la Sierra, Ivonne, Znoi, Patricia y Patria son algunos de los nombres que utilizó. Esta espía ceutí obtuvo numerosas condecoraciones de la URSS.

En 1956, Moscú envía a un nuevo jefe de espionaje para la zona, al qué África va a esperar a Buenos Aires. Ese mismo año, en aras del trabajo conjunto en favor de la URSS, se casará con él. Se trataba de Valentino Marchetti, en realidad Giovanni Antonio Bertoni, un italiano que huyó a la URSS en 1925 y volvió a Italia en 1944 para organizar una red de espionaje. Aunque en Moscú sostienen que, a pesar de ser un matrimonio de conveniencia, tuvieron una feliz vida familiar. Tras fallecer su marido, regresó aparentemente a Moscú en el otoño de 1967, pero salió al extranjero al menos en tres oportunidades más –en dos ocasiones, a Uruguay–, y el fin de su carrera como espía coincidió con el comienzo de su labor como instructora de agentes, en 1971, aunque permaneció en el KGB hasta 1985.

Durante la II Guerra Mundial, terminó unos cursos de radio y sirvió en un destacamento guerrillero donde le entregaron dos granadas, una pistola y un puñal: si corría peligro de ser tomada prisionera debía utilizar las granadas para destruir el radiotransmisor y el libro de claves antes de suicidarse. Lanzada en paracaídas, actuó en la retaguardia alemana a partir de mayo de 1942. Tras sus hazañas de guerra, en 1944 regresó a Moscú e ingreso en uno de los destacamentos del Comisariado de Seguridad de la URSS.

A finales de enero de 1946 pasa en automóvil de Berlín a París, donde se establece haciéndose pasar por refugiada. Un año después cruza la frontera franco-española, pero entonces Moscú decide enviarla a Uruguay, hacia donde parte en diciembre de 1948 y donde se establece como modista para no levantar recelos. Un año más tarde de su llegada se casa con el escritor uruguayo Felisberto Hernández. El matrimonio duró tres años hasta que se divorciaron. Luego se volvió a casar con un otro agente de la KGB, italiano, llamado Valentino Marchetti.

Ambos abrieron, como pantalla para sus actividades, una casa de compra y venta de antigüedades en el casco viejo de la ciudad de Montevideo. El Jefe del espionaje Vladimir Stanchenko confirmó la gran importancia de la ceutí en el entramado de la KGB al revelar, en julio de 1993, al diario El País que “después de la guerra, y hasta mediados de los años 70 fue responsable en Europa y América Latina de todo el entramado político.

Su tío, alcalde de Ceuta
Julián Francisco de las Heras Jiménez, tío de África fue alcalde de Ceuta, entre 1907 y 1909, de profesión abogado. Fue asesinado el 11 de abril de 1936, sobre la una de la madrugada, de tres disparos, en una de las pronunciadas curvas de la calle Canalejas, cuando regresaba del Casino Africano. Según los diarios locales de esos días una expropiación de terrenos se barajó como móvil del asesinato. Tuvo una vida política muy activa, y cuando en 1931 se convocan elecciones municipales para el 12 de abril. Se presentó bajo las siglas del partido Concentración Monárquica Conservador. No obteniendo, los votos necesarios para poder ocupar un escaño en el nuevo ayuntamiento bajo la República. A Patria, seudónimo con el que África firmó sus informes cifrados a Moscú después de la II Guerra Mundial, parecían gustarle los mitos e inexactitudes. Por ejemplo, lo explica su autor, en Rusia se decía que era hija del general Manuel de las Heras. Quizá le parecía más interesante y romántico hacerse pasar por la hija de su tío, muerto en diciembre de 1930 a consecuencia de las heridas de bala que recibió cuando se enfrentó a los sublevados republicanos de Jaca. 

¿África de las Heras, implicada en el asesinato a Trotsky?
Ramón Mercader, el asesino de Trotsky, fue amigo de África, y los documentos demuestran que estuvo implicada. Se conoce mucho la implicación de Caridad y Ramón Mercader en este asesinato en México, en 1940, y nada se conocía de la implicación de África en este operativo. Aunque ella no participó en la fase final que acabó con su vida, sí formó parte de todo el dispositivo de vigilancia y observación sobre Trotsky durante varios meses.

Stalin había dado la orden de asesinar a Trotski. Ella tomó una decisión en un momento determinado, en la Guerra Civil, pasando a trabajar con la Unión Soviética. Aunque estaba convencida de lo que iba a hacer, creo que se sacrificó tanto a la causa que en los últimos años de su vida se dio cuenta de eso. Su vida estuvo ligada a imposiciones de su vida clandestina.

Para que esta ceutí, fuera una espía tan destacada debería tener unas características especiales, que le hicieran ser diferente al resto. ¿Cuáles eran? Se trataba de una mujer inteligente, tenaz, muy comprometida políticamente, fría y calculadora, discreta, prudente… Eso le ayudó mucho en su labor. Era una comunista contumaz, convencida de su causa.

África mantenía una estrecha amistad con los compañeros comunistas españoles, Caridad Mercader y Ramón Mercader (madre e hijo), para llevar a cabo el plan. Ramón se había trasladado a Nueva York y de allí a México con el pasaporte de un brigadista canadiense fallecido, Frank Jackson, en septiembre de 1939.

Aunque la casa en la que vivía Trotsky estaba fuertemente custodiada, Ramón Mercader (conocido con el alias de «Jacques Mornard» lograría infiltrarse en su círculo ganándose la confianza de una de las secretarias de Trotsky, Silvia Ageloff, con la que incluso mantuvo un noviazgo formal premeditado y planeado para perpetrar el magnicidio. La tarde del asesinato, Trotsky se encontraba trabajando en su despacho cuando Mercader apareció con mal aspecto alrededor de las 17:20.

A pesar de quejarse de sed, llevaba sombrero y portaba un abrigo. Solicitó ver a Trotski para mostrarle un artículo. Con este pretexto subió al despacho y, mientras este se hallaba sentado, se acercó a él por la espalda y le clavó salvajemente un piolet en la cabeza, que extrajo de un bolsillo del abrigo. El grito de Trotski se oyó como un estruendo en toda la casa; sus custodios acudieron rápidamente pero no se pudo hacer nada. Logró derribar a su asaltante, salir de la habitación y comunicar a su esposa la identidad del asaltante antes de caer desvanecido. Cayó en coma y falleció al día siguiente, 21 de agosto de 1940, en un hospital de la Cruz Verde. Cabe señalar que a sus exequias, celebradas en la capital mexicana, asistieron cerca de trescientas mil personas, en una ciudad que por aquel entonces contaba con unos cuatro millones de habitantes. Su asesino fue condenado a diecinueve años de prisión; liberado en 1960, la Unión Soviética le otorgó la condecoración de Héroe de la Unión Soviética.

María Pávlovna, Ivonne, Znoi, Patricia, Patria…
María Pávlovna, Ivonne, Znoi, Patricia y Patria son algunos de los nombres que utilizó África de las Heras en su faceta como espía en el KGB. Ella ha sido protagonista de varios libros, – incluso me atrevo apuntar que el libro “Tiempo entre Costuras”, en ciertos aspectos, tiene algo de nuestra paisana África. El periodista Javier Juárez, es una de las personas que mejor conoce su vida, él escribió un exitoso libro titulado “Patria. Una española en el KGB”.

Manifestó que esta ceutí, fue una espía muy importante a nivel internacional. Juárez detalla cómo llevó a cabo la compleja investigación para escribir esta obra y dejar fiel testimonio de quien fue una de las agentes con mayor relevancia internacional. A medida que iba investigando, me di cuenta de que se trataba de una vida apasionante, eso fue lo que me llevó a seguir con la investigación, a narrarla en un libro y a publicarla.

Cuando empecé a investigar no había casi nada publicado sobre ella. Había una fuente de información que desgraciadamente sigue vetada, son los archivos de Moscú del KGB. Esa fuente, que es oficial, es discutible hasta cierto punto porque no todo lo que consta en este tipo de archivos, lo digo por experiencia, es verídico. No obstante ahí teníamos una veta, un filón, que desgraciadamente no se puede consultar. A medida que fui investigando, pude entrevistar a personas que bien directa o indirectamente la habían conocido.

Trabajé en archivos españoles, el Histórico Nacional y en el de la Guerra Civil de Salamanca y después contacté en Uruguay, que fue el país donde estuvo más tiempo además de en España, con personas que la conocieron directamente. Esa mezcla de archivos, entrevistas y algunos artículos sueltos, me sirvió para reconstruir el puzzle.

La familia de las Heras era muy conocida e importante en Ceuta, pero sólo hay familiares en un grado bastante lejano. Tuvo una hermana, que se llamaba Virtudes, que murió en Tánger. El espionaje por sí mismo no es un elemento suficientemente atractivo como para escribir un libro sobre alguien. Pero en el caso de África se da una serie de circunstancias muy singulares y particulares.

En primer lugar, que fuera mujer, algo que no es frecuente en los servicios de inteligencia, menos aún en los soviéticos, que estaban bastante dominados por los hombres. Lo segundo que me llamó la atención fue que África llegó a ser nada menos que coronel en el KGB.

África de las Heras llegó a ser coronel en la KG. Fue reconocida por sus jefes en Moscú. Eso dice mucho de ella, por el hecho de cómo fue reconocida por sus jefes en Moscú porque no era en absoluto fácil ser coronel del KGB en los años de la Guerra Fría. Sólo gente de la máxima confianza o personas que prestaron grandes servicios a Inteligencia llegaba a ese grado. De hecho sólo hay dos españoles que lo fueron, uno es ella y el otro Ramón Mercader

domingo, 2 de agosto de 2015

La batalla del Estrecho… ¿Qué ocurrió con el Convoy?


Francisco Sánchez Montoya en Historia de Ceuta y el Protectorado español 2/8/15
El periodista ceutí Alejandro Ramírez, nos muestra en su libro “La Batalla del Estrecho” datos inéditos del “Convoy” con tropas sublevadas, el 5 de agosto de 1936 hacia Algeciras. El libro es un relato periodístico de esos acontecimientos, y él, nos describe como el fracaso del golpe militar de julio de 1936 impidió que el Ejército de África pudiera pasar masivamente a la Península, en los primeros días.

El general Franco, en Ceuta, desde el 19 de julio, para evitar un precipitado final de la sublevación, no tenía otra opción que romper el bloqueo que la marina de Guerra, fiel al Gobierno de la República, había impuesto en aguas del Estrecho de Gibraltar.

Estaba claro que los jefes del golpe militar en esta zona, Franco y Yagüe, necesitaban transportar las tropas que se encontraban a este otro lado del Estrecho. Pero los días pasaban, la tensión entre los sublevados aumentaban, unos días antes, un suceso les marcó, el comandante general de Ceuta, teniente coronel Gautier, aparecía en su despacho con un tiro en la cabeza -En mi libro, “Ceuta y el Norte de África…”, describo el suceso-.

Pero el relativo control por la flota republicana del Estrecho impidió el traslado inmediato y masivo del ejército de África. Estos barcos se refugiaban en la bahía de Tánger, el general Franco protestó ante las autoridades internacionales esta protección, puesto que en consonancia con la legislación que gobernaba la ciudad y su pequeño hinterland.

Al día siguiente de la llegada de Franco a Ceuta, el 19 de julio, este organiza en la Circunscripción Occidental, en la plaza de África, una importante reunión, con el general Kindelán, los tenientes coroneles Sáenz de Buruaga, Yagüe y Beigbeder, y el comandante del cañonero Dato, Manuel Súnico, con el fin de ultimar el paso de las tropas.

En un principio se estudió el paso nocturno, se desechó, ya que los barcos del Gobierno reforzaban la vigilancia del Estrecho, al no estar hostigado por los aviones. Se habla en la reunión que no puede existir el aspecto sorpresa ya que habría que cargar el convoy, con soldados y armamentos, a la vista de todo el mundo.

Franco, al comenzar la reunión, había trazado rápidamente sobre una cuartilla los contornos de las costas de Ceuta y la península, y con un punto indicó el monte Hacho, escuchó atentamente los argumentos de cada uno y al concluir él exclamo, “¡Pero yo tengo que pasar las tropas!”.

El 1 de agosto, el jefe de las fuerzas navales, capitán Majón, recibió en Tetuán la orden de Franco, entregándola en Ceuta al comandante del cañonero Dato, Súnico, para que estuvieran preparados y comenzar a embarcar en los buques en cualquier momento. La orden definitiva llegó el 4 de agosto, durante toda la madrugada estuvieron cargando los barcos. Él número exacto de hombres no se tiene, pero según Alejandro Ramírez en su libro, debió oscilar entre 1.700 y 1.800.

Franco llegó a Ceuta, desde la vecina ciudad de Tetuán, tras visitar la Circunscripción, asistió a una misa en el Santuario de África, trasladándose a continuación hacia el monte Hacho, situando su cuartel general en el mirador natural, junto a la Ermita de San Antonio, desde donde controlaba perfectamente la línea que deben llevar los buques hasta Algeciras. Le acompañan, los generales Luis Orgaz, Kindelán, y Yagüe se encuentra en el puerto ceutí.

HORAS ANTES, FUSILADO EL PRIMO DE FRANCO EN EL HACHO
En la mañana del 4 de agosto de 1936, a muy pocas horas del paso del Convoy, le comunican al comandante De La Puente Bahamonde, primo de Franco, que se encuentra detenido en la fortaleza del monte hacho desde el 18 de julio, que el consejo de guerra falló su ejecución ante un pelotón de fusilamiento. Fue fusilado a las cinco de la tarde de ese mismo día. Tras consultar cientos de procedimientos nunca tuvo lugar una ejecución a esas horas. Estaba claro que los sublevados querían dar por finalizado, y cuanto antes, el procedimiento abierto al primo de Franco. De la Puente se negó a entregar el aeródromo de Tetuán, en la tarde del 17 de julio, y ser fiel al Gobierno de la República. En la soledad de la fortaleza del Hacho escribió: “… La única comunicación que recibí fue sin explicación alguna de motivos, una llamada telefónica en la que una voz que dijo ser del Coronel Buruaga me comunicaba que una columna salía para apoderarse del aeródromo, contesté en forma brusca como lo haría cualquier jefe ú oficial a quien por alguien que no sea la autoridad llamada a ello se le haga la proposición de entregar el puesto encomendado a su custodia. Que aun partiendo de la base de que, efectivamente fuera el Coronel Buruaga quien diera la orden no tenia el que suscribe más noticias sobre dicho Señor Coronel que la de hallarse en Tetuán en situación de disponible sin que hasta ese momento se le hiciese comunicado por nada ningún nuevo nombramiento de dicho Señor coronel, por lo cual no tome en cuenta la comunicación y seguí cumplimentando en todo las ordenes recibidas del Alto comisario interino…”.

¿POR QUÉ NO PARTICIPARON EN LA BATALLA, MÁS BARCOS DE LA FLOTA REPUBLICANA?
En “La Batalla del Estrecho”, Alejandro Ramírez, nos desvela los entresijos de aquel Convoy, y él, como otros historiadores se pregunta por qué el destructor Alcalá Galiano fue el único buque de la flota republicana que trató de frenar el paso. Muchas preguntas sin respuestas, y numerosas hipótesis de aquel hecho histórico, nos muestra con sus investigaciones, todo plasmado en este interesante libro.

El destructor republicano, intentó en solitario detener el Convoy, cuando los barcos ya se encontraban a unas cinco millas de Punta Carnero, éste venía del noroeste, realizando descargas. El cañonero Dato atravesando la línea del convoy, repelió el ataque.

Franco ordena, desde el mirador de San Antonio, y ante el temor de que el destructor republicano continúe atacando, despeguen desde el aeródromo de Tetuán seis aviones. Cinco minutos más tarde el destructor republicano es bombardeado por la aviación. También se unió a la defensa del convoy el Torpedero T-19 que había salido de Algeciras. El combate continúo a rumbos paralelos, el Uad Kert y el Arango realizaron también fuego contra el destructor. El combate duró aproximadamente treinta minutos. El destructor Alcalá Galiano se alejó hacia Málaga, le fue imposible repeler el ataque.

Como en tantos otros aspectos de este episodio, no hay una respuesta lógica, en la soledad del destructor republicano. Es posible que los responsables del Gobierno, al constatar la abrumadora superioridad aérea de los sublevados, no quisieron exponer sus mejores barcos a los elevados riesgos que presentaba enfrentarse a los numerosos aviones, que esperaban una orden en Tetuán.

A pesar de sus evidentes limitaciones, la Marina era leal, comprometida con la República y dispuesta a defenderla hasta las últimas consecuencias. Tenía desplegadas en el Estrecho fuerzas navales más que suficientes para bloquear de forma absoluta los puertos de ambas orillas, ante la práctica inexistencia de unidades navales enemigas. Pero, sin embargo, falló.

La flota leal al Gobierno, a pesar de ser muy superior en tamaño, tenía dos desventajas respecto a la armada de los sublevados. La primera era que carecía de oficiales experimentados y de suficiente antigüedad y experiencia. Además tenían que hacer frente al poder de los comités de los barcos, que interferían en el mando de los buques.

La flota republicana estudió varias opciones para acabar con el sueño de los sublevados. Hundir al Dato y al Uad Kert en el propio puerto de Ceuta, atacar al convoy en plena travesía o esperar su llegada a Algeciras y el inicio de las labores de desembarco para bombardear por sorpresa a los buques y dejar atrapadas sus fuerzas en una auténtica ratonera.

Otra posibilidad, como indica Alejandro Ramírez, era intentar la ocupación de Algeciras y bloquear de este modo el puerto más cercano que las fuerzas africanas tenían para desembarcar. Pero la desorganización y la falta de una estrategia definida en el bando republicano impedía la ejecución de cualquier tipo de operación en la que tuvieran que participar de forma coordinada fuerzas de los tres ejércitos.
La aviación republicana, que tenía un papel clave que cumplir en el Estrecho, apenas si hizo acto de presencia, entregando el decisivo dominio del aire a los aviones que partían del cercano aeródromo de Sania Ramel en la Capital del protectorado, Tetuán.

El Cuaderno de Bitácora del Uad Kert, el guardacostas designado como cabeza de convoy, explica que a las 5,30 de la madrugada del 5 de agosto, se despegó del muelle, para fondear en el puerto con el ancla a pique. A las 7,30 de la mañana, tres bombas de humo lanzadas por un avión marcaban la señal de salida. A las 7,40, el Uad Kert se puso en marcha, pero a las 8 regresó al puerto de Ceuta al comprobar que ningún barco le seguía.

La causa de la suspensión estuvo en que a las 7 horas, aproximadamente, el D-8, en su vuelo de exploración para proteger el paso del convoy, avistó al destructor Lepanto, al que atacó a 300 metros de altura, causándole un muerto y heridos, aunque estas cifras fueron aumentadas después por la propaganda franquista. El destructor se defendió con fuego antiaéreo, pero acabó entrando en Gibraltar para desembarcar a las bajas sufridas. Sobre las 18,30 comienzan a entrar en la bahía Algecireña los buques.

ALEJANDRO RAMÍREZ, PERIODISTA, HISTORIADOR, ESCRITOR…

El ceutí Alejandro Ramírez Martínez, Ceuta, 1963, curso la carrera de periodista, ha desarrollado su labor profesional entre su ciudad natal, Jerez, Sevilla y Madrid. Fue director del diario El Periódico de Ceuta y jefe de reportajes de la revista Andalucía Actualidad, antes de incorporarse a Publicaciones del Sur, donde centró su actividad en la dirección del diario Jerez Información. Posteriormente fue nombrado delegado del diario As en Andalucía para poner en marcha su edición regional. Tras su paso por el Grupo Andaluz de Comunicación se incorporó en el año 2000 a la revista INVERSIÓN & Finanzas, del Grupo Vocento. Fue nombrado director de esta publicación en 2012, cargo que desempeña actualmente. Además del libro “La Batalla del Estrecho”, Alejandro Ramírez ha publicado también “En ese lugar…” (1999); “Por qué no combatimos en Vietnam” (2005) y “El primer disparo” (2012). Han pasado casi ocho décadas de aquellos sucesos que el tituló “La Batalla del Estrecho” y en ese recomendable libro aparecen unas líneas en recuerdo de un buen amigo en común, el historiador Juan Bravo Pérez, este le comentaba que mantenía grabadas en su memoria las imágenes de aquel 5 de agosto de 1936… La intensa niebla que cubría el Estrecho de Gibraltar, las aguas revueltas por el temporal de levante, los aviones sobrevolando sobre sus cabezas…

sábado, 18 de julio de 2015

El primo de Franco pudo cambiar el transcurso de la Guerra Civil

 
 
Los aviones que se enviaron desde Madrid nunca llegaron al aeródromo de Ricardo de la Puente
 
EFE 18/07/2015
El primo del general Francisco Franco, el comandante Ricardo de la Puente Bahamonde, jefe del aeródromo de Sania Ramel en Tetuán -capital del Protectorado en Marruecos- pudo cambiar la historia de la Guerra civil española.
 
Si el presidente del Gobierno Casares Quiroga envía los aviones que le prometió y que estuvo esperando durante buena parte de la madrugada del día 18 de julio el curso de los acontecimientos podría haber sido muy distinto al desenlace final.
 
Así lo revela el historiador e investigador ceutí Francisco Sánchez Montoya tras diez años de investigación que ha concretado con la publicación de su libro «Ceuta y el norte de África, 1931-1944», donde deja constancia de este momento histórico.

Los aviones que no llegaron

La investigación, basada sobre todo en el estudio de centenares de consejos de guerra de la época en archivos militares y civiles, ha constatado que el comandante Bahamonde no tenía dudas de que durante la madrugada del 18 de julio sería atacado el aeródromo situado a las afueras de Tetuán.
 
En pocas horas, su primo –el general Franco– debía aterrizar allí a bordo del Dragón Rapide, procedente de Canarias, para tomar el mando de los sublevados en el norte de África.
 
Desde el único lugar oficial que permanecía legal al Gobierno de la República, el comandante De la Puente Bahamonde recibió una "esperanzadora llamada" donde se le comunicaba que el presidente del Gobierno y ministro de la Guerra, Casares Quiroga, iba a enviar aviones de refuerzo y había que resistir a toda costa. Era la tarde del 17 de julio.
 
El teléfono volvió a sonar a las dos de la madrugada del 18 de julio. «Esta vez era el jefe de la sublevación en Tetuán, el teniente coronel Sáenz de Buruaga, quien informaba a Bahamonde que si no deponía su actitud una columna de artillería y tropas de Regulares cercarían el aeródromo».
 
Los aviones de Madrid seguían sin llegar pero Bahamonde se mantuvo firma. Tras consultar el voluminoso consejo de guerra de Bahamonde, el historiador ceutí destaca que el comandante dijo: «¡tendrán que pasar por encima de los que defendemos al gobierno legal en este momento!».
Dos horas y media después el aeródromo estaba rodeado y el asedio apenas tardó unos minutos. Las fuerzas atacante no dañaron la pista de aterrizaje, que sería utilizada horas después por el avión que traía al general Francisco Franco.
 
«El comandante no tardó en comprender que los aviones prometidos por Casares Quiroga no iban a llegar nunca, que resistir sólo serviría para contribuir al derramamiento de sangre y que su primo había ganado esta partida», ha comentado a Efe Francisco Sánchez.
 
A las 05.15 horas de la madrugada del 18 de julio, el comandante enarboló un pañuelo blanco, salió con sus hombres a la pista de aterrizaje y entregó su pistola al comandante de Regulares Serrano Montaner, siendo trasladado a la fortaleza militar del Monte Hacho de Ceuta.
 
Unas horas más tarde, en la mañana del 19 de julio, aterrizaba en el aeródromo el «Dragon Rapide» con Francisco Franco, «quien fue rápidamente informado de la actitud de su primo y que estaba detenido».

Fusilado por traición

El historiador completa el relato destacado que el 2 de agosto se celebró el consejo de guerra en Ceuta y el primo de Franco fue condenado a muerte por traición, siendo fusilado el 4 de agosto de 1936 en los muros exteriores a la fortaleza del Monte Hacho.
 
«Lo fusilaron a las cinco de la tarde, una hora inusual para este tipo de acciones», ha dicho el historiador, quien tras consultar cientos de procedimientos llevados a cabo en Ceuta y en el Protectorado Español en Marruecos, ha añadido: «durante la represión que duró hasta 1944 en Ceuta no se hizo ninguna ejecución por la tarde, por lo que estaba claro que Franco quería dar por finalizado este consejo de guerra cuanto antes».
 
El primo de Franco pudo cambiar la historia pero los aviones no llegaron y los planes de Franco siguieron su curso normal.

domingo, 5 de julio de 2015

Nace la Asociación Canaria de Víctimas del Franquismo

 
El objetivo es investigar y dar a conocer la historia de las víctimas de la represión franquista en Canarias, además de conseguir "su justo reconocimiento y reparación"
 

La ACVF nace por "la necesidad de coordinación entre famliares y amigos de las víctimas de la represión franquista en Canarias, para investigar y dar a conocer su historia ocultada en el tiempo, así como conseguir su justo reconocimiento y reparación, en la firme convicción de que ello, representará la mejor contribución al entendimiento y a los valores democráticos".

"Ante esta demoledora realidad nace en las islas la Asociación Canaria de Familiares y Amigos de Victimas del Franquismo, para llenar un espacio necesario en todo el Archipiélago, donde miles de crímenes siguen impunes y ocultados premeditadamente por el estado y sus instituciones políticas y jurídicas", esgrimen.
 
La asociación recuerda que miles de personas fueron asesinadas por sus ideas a partir del golpe de estado de 1.936 en Canarias, lo que definen como "un genocidio orquestado por la oligarquía canaria y las fuerzas sediciosas contra la democrática y legítima República Española". 
 
La organización manifiesta de forma expresa "su imparcialidad ante cualquier partido político, organización sindical y confesión religiosa" y en palabras de González, nace "con el objetivo claro de formar parte de la querella argentina contra el estado español por crímenes de lesa humanidad", por lo que se coordinarán directamente con la abogada promotora de dicha denuncia internacional, Ana Messuti y su equipo de juristas expertos en derechos humanos.
 
De esta manera, irán denunciando "progresivamente" cada uno de los crímenes franquistas en todo el Archipiélago canario, individualizando cada demanda con nombres y apellidos de cada persona fusilada, asesinada o desaparecida, exigiendo la exhumación, identificación y sepultura digna de sus restos, así como la acusación directa contra los responsables de esos asesinatos en cada una de las islas.
 
La ACVF ha nombrado en su constitución a varios socios de honor, entre ellos, la ya citada Messuti, el Coordinador Federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, el Secretario General del Partido Comunista de los Pueblos de España, Carmelo Suárez, el luchador antifascista del municipio de San Lorenzo, Domingo Valencia y la Plataforma de Familiares de los Fusilados de San Lorenzo.
 
La asociación ha anunciado que durante este mes de julio se presentará públicamente, así como sus acciones para los próximos años en un acto en el salón de actos de la casa sindical, en la avenida Primero de Mayo, con la proyección del documental La memoria interior, los fusilados de San Lorenzo y una mesa redonda con varios de sus miembros y familiares directos de víctimas del franquismo en Canarias.

lunes, 29 de junio de 2015

De la web a las exhumaciones en Canarias

Entierro de los restos recuperados en el pozo de Las Brujas, en Arucas
(Foto: C7)
 
Canaria7.es - Rosa Rodríguez / Santa Cruz de Tenerife
La puesta en servicio por parte del Gobierno de Canarias de un portal con la información disponible sobre desaparecidos durante la Guerra Civil y el franquismo es sólo el primer paso de un proyecto mucho más ambicioso que tendrá que asumir el nuevo Gobierno. Arranca ahora el tiempo de la investigación y la apertura de fosas.
 
La apertura hace un año de un portal web con los datos por islas y municipios y los testimonios de familiares y de víctimas de la represión franquista en Canarias, así como a información detallada sobre las fosas en las que ya se han localizado desaparecidos y los lugares en los que se sospecha que podría haber enterramientos clandestinos fue «una apuesta», pero, sobre todo, explica Alejandro Parres, director general de Relaciones con la Administración de Justicia en funciones, «una obligación» para con las asociaciones para la recuperación de la Memoria Histórica de las Islas, que «el sentimiento que tenían era el de abandono por parte de las administraciones públicas».
 
El portal web, en el que, además, hay un listado de 531 desaparecidos, con nombre y apellidos, ha sido, dice Parres, la manera de oficializar la política de Memoria Histórica en la Comunidad Autónoma, dándole un «carácter oficial al trabajo fragmentado» de las asociaciones, pero también, asegura, es el primer paso a la parte más ambiciosa que es, asegura, «la gran asignatura pendiente». Se refiere Parres a incorporar en los próximos presupuestos de la Comunidad Autónoma las partidas necesarias para llevar a cabo proyectos de investigación y de exhumación de los restos que aún están en fosas, pozos, simas o búcaros.
 
«En la agenda del Gobierno ya está la Memoria Histórica; ahora toca continuar y el objetivo político y la planificación están», asegura Alejandro Parres.
 
Pero, además de la puesta en marcha de proyectos para la apertura de fosas, el equipo que hasta ahora ha dirigido Francisco Hernández Spínola en la consejería de Presidencia y Justicia,  tiene ya prácticamente cerrada la creación de un banco de ADN. «La maquinaria está adquirida y sólo resta dotarlo de base jurídica, sobre todo en lo relativo a la protección de datos y oficializarlo», segura Alejandro Parres.

Las memorias de Juan Medina Sánchez


Carlos Esquembri en Historias de la Melilla de izquierda 26/6/15
El 25 de junio de 2015, se presentó un libro que hay que calificar como de imprescindible para conocer  la verdadera cara de la historia del franquismo en Melilla, una historia mitificada durante años en una ciudad donde todavía los símbolos y monumentos franquistas son comunes en nuestras calles.
 
A lo largo de las páginas del mismo podemos ir conociendo desde las esperanzas que la República suscitó en la clase obrera de Melilla, que con la llegada del nuevo régimen pudieron por fin vivir  la plenitud de derechos civiles, hasta la terrible represión desatada sobre la ciudad y sus ciudadanos de izquierdas o que, simplemente, no apoyaron el alzamiento militar.
 
Juan Medina fue un joven militante de izquierdas al que los franquistas encarcelan en el campo de concentración de Zeluán en septiembre de 1936, comenzando un periplo de cárceles, luchas y detenciones que sólo finalizará en 1949. 
La descripción que hace Juan Medina de los sufrimientos y vejaciones sufridas en Zeluán por todo tipo de personas desde simples obreros a  jueces, concejales y un alcalde republicano de nuestra ciudad dan luz sobre un episodio que la historiografía oficial de Melilla mantuvo oculto incluso después de la restauración de la democracia y nos enseña que, en realidad, no fuimos la Adelantada en el Alzamiento Nacional sino la primera ciudad víctima del franquismo.
 
Quisiera desde este blog dar las gracias a Juan Medina Sánchez por su lucha  y a sus hijos y familia por la publicación de este libro que era tan necesario en Melilla. 
 
El libro "MEMORIAS DE MI JUVENTUD PERDIDA. Infancia, República, prisiones y otras vivencias" se encuentra ya a la venta.    
 

viernes, 26 de junio de 2015

Entrega de material familiar al CRAI Biblioteca del Pavelló de la República de la UB

Rafael Marín Mira y otros exiliados ante el barco Stanbrook
 Fondo personal CRAI Biblioteca del Pavelló de la República
 
Traducción Estación Orán-Wahrān وهران
 
CRAI Biblioteca del Pavelló de la República 26/6/15
 
El CRAI Biblioteca del Pabellón de la República ha recibido de la señora Concha Marín Castillo, un pequeño fondo personal con material de sus familiares Rafael Marín Mira y Concepción García López, que hemos incorporado a la Sèrie Fons Personals diversos [FP (Varios) 1 (7) / B (Concha Marín Castillo)].
 
Rafael Marín Mira fue alcalde de Hellín (Albacete), miembro del Partido Socialista Obrero Español y huyó del Estado español a bordo del barco Stanbrook que zarpó del puerto de Alicante cargado de refugiados republicanos en dirección a Orán (Argelia) el 28 de marzo de 1939. El material consta de un carnét de afiliado al PSOE, con los sellos de las cuotas correspondientes a los años 1936-1938, de una fotografía de él con otros exiliados ante el barco Stanbrook y de unas notas manuscritas con la ruta que siguió al llegar en Orán: primero al hospital, después Boghari, Cherchell, Carnot y Alger.
 
Concepción García López, esposa de Rafael Marín, fue juzgada por un Consejo de Guerra, acusada de ser "la mujer del Alcalde rojo de Hellín", de tener "ideas izquierdistas muy avanzadas", de hacer una "activa y entusiasta propaganda de la causa marxista", etc. y sentenciada a veinte años de prisión por el Juzgado Militar de Madrid el 16 de agosto de 1939. Ingresada en la prisión de mujeres de Saturrarán (Motrico, País Vasco), el 20 de mayo de 1943 se le concedió la libertad condicional. El 31 de diciembre de 1947 el Juzgado Militar de Albacete le concedió el indulto. El material consta de la sentencia a veinte años de prisión firmada en Madrid (1939), del certificado de libertad condicional emitido por el director de la prisión de mujeres (1943) y del Decreto según el cual se concedía el indulto a Concepción García (1947).
 
 La documentación de este pequeño fondo personal refleja qué fue el destino de muchos republicanos con la victoria del régimen franquista: el exilio o la prisión. También es importante el hecho que ilustra la historia personal de una mujer, Concepción García López.
 
Desde nuestro blog queremos agradecer a la Concha el donativo!