jueves, 26 de febrero de 2015

Escuela e ideología en el Protectorado español en el norte de Marruecos (1912-1956)

 
Escuela e ideología en el Protectorado español en el norte de Marruecos (1912-1956). Irene González González
 
Este libro aborda el origen y evolución de la política educativa española en el Norte de Marruecos. Aunque la presencia de instituciones educativas es anterior al inicio del Protectorado no fue hasta su implantación en 1912 cuando se puede hablar de política educativa. Concebida inicialmente por el colonizador con una lógica instrumental para controlar el territorio y la población, fue adaptándose a nuevos contextos políticos e ideológicos a partir de los años treinta. La aparición del movimiento nacionalista y el impacto de la guerra civil española reformularon la política educativa colonial. Desde entonces fueron objetivos de las autoridades la marroquinización del modelo educativo hispano-árabe y la generalización de la enseñanza al conjunto de la población del Marruecos español. A través de sus páginas se analizan las claves del éxito y fracaso de las diferentes políticas educativas implementadas durante este periodo compartido de la historia de ambos países mostrándose con ello los retos de la enseñanza en el Marruecos de la independencia.
 
La Librería de Cazarabet
Mas de las Matas

sábado, 21 de febrero de 2015

Jefes y oficiales republicanos ejecutados por oponerse a la sublevación de la flota (1936-1939)

Mnumento en la fosa de común del cementerio de Cartagena durante un acto de homenaje a las víctimas
Benito Sacaluga 23/1/15
En la noche del seis de marzo la Flota Republicana que había partido de Cartagena a causa de la sublevación casadista, llega a Bizerta (Túnez) en busca del exilio. El Jefe de la Flota, Miguel Buiza transmite el siguiente mensaje a todas las dotaciones, unas dotaciones que están a un paso de emprender el viaje a un exilio angustioso y terrible, o a entregarse a los franquistas como prisioneros, la orden se cumple por todos los marineros demostrándose así, una vez más, la lealtad a la República y a los mandos de la Flota:

 
"El mando de la flota encarece a todos los buques que, dado el próximo fondeo en un puerto extranjero, se mantenga por las dotaciones de los mismos un perfecto estado de disciplina, uniformidad y corrección"

 
El 26 de marzo el almirante franquista Salvador Moreno sale en el destructor "Ciscar" rumbo a Bizerta para hacerse cargo de los buques hasta ese momento republicanos, los cuales le son entregados el día 30. El día 2 de abril Moreno parte de Bizerta con toda la Flota. El día 4 los marineros que decidieron volver a España, ya prisioneros, fueron obligados a rendir homenaje a los muertos en el lugar donde se había hundido al "Baleares". La venganza franquista comenzaba. El almirante Moreno insistía en que los marinos que en los buques eran repatriados prisioneros a España incluían a un buen número de "significantes criminales" e "individuos de cuidado", para lo que deberían prepararse campos de concentración.

 
Entre los oficiales de Marina que no fueron con la Flota a Bizerta y los que desde allí decidieron volver a España, la gran mayoría de los pertenecientes al Cuerpo General solo fueron separados del servicio. Durante el periodo comprendido entre 1939 y 1941 se celebraron en Cartagena 192 Consejos de Guerra contra oficiales de la Armada. Solo 14 de estos Consejos lo fueron contra oficiales del Cuerpo General, en los que seis fueron absueltos y 8 condenados a algún tipo de pena. Fueron condenados a muerte el almirante Molins, jefe de la Base de Cartagena en 1936 y el capitán de corbeta Horacio Pérez y Pérez. Los oficiales del resto de cuerpos (Patentados, Máquinas y Auxiliares) sometidos a Consejo de Guerra fueron 178, de ellos 104 fueron condenados un 59%. Los delitos imputados eran indefectiblemente los de rebelión militar y traición. Curiosa imputación si tenemos en cuenta que los únicos rebelados fueron precisamente los marinos que ahora juzgaban a los leales al Gobierno. Fueron fusilados el comandante Baeza, de Infantería de Marina, el Teniente Coronel Sacaluga, de Máquinas, y el general Berenguer, del Cuerpo Jurídico. Seis oficiales fueron condenados a cadena perpetua y 51 a penas de prisión que iban desde los 30 años hasta uno.
 
Sumando a los Consejos de Guerra de Cartagena las actuaciones en otras plazas, en total se ejecutaron entre 1936 y 1939 a 16 jefes y oficiales de la Armada por oponerse a la sublevación ordenada en apoyo del golpe de estado:
 
Contralmirante Camilo Molins Carreras. Jefe Base Naval de Cartagena.
Contralmirante Antonio Azarola Gresillón. Jefe Base Naval de Ferrol.
Capitán de navío Juan Sandalio Sánchez Ferragut. Comandante del "Almirante Cervera".
Capitán de fragata Tomás Azcarate. 2º Comandante del "República".
Capitán de fragata Manuel Guimerá Bosch. Disponible forzoso en Larache.
Capitán de corbeta Francisco Biondi Honrubia. Comandante del "Lauria".
Teniente de navío Carlos Soto Romero.Comandante del tropedero T-17.
Teniente de navío Luis Sánchez Pinzón.
Teniente Coronel Benito Sacaluga Rodriguez.Jefe de los Servicios de Máquinas de la Flota.
Comandante Manuel Sancha. Infantería de Marina en Cádiz.
Capitán Enrique Paz Pinacho. Infantería de Marina en Cádiz.
Comandante Diego Baeza Soto. Infantería de Marina en Cartagena.
Comandante de Intendencia de la Armada García Moles.
Teniente del Cuerpo de Sanidad de la Armada Martin Yarza, "Lauria"
General auditor Fernando Berenguer, fusilado en Barcelona.
 
Terminada la guerra civil, los fusilados por los franquistas en Cartagena, entre abril de 1939 y enero de 1945, fueron 176. Dos terceras partes fueron marinos, oficiales y suboficiales de los Cuerpos Patentados y Auxiliares y marineros; la otra tercera parte, civiles, trabajadores en su inmensa mayoría y algunos profesionales y funcionarios.
 
El 20 de abril de 1939, habían transcurrido menos de tres semanas de la entrada de las tropas franquistas en la ciudad, la Auditoría Militar de Cartagena informaba del trabajo realizado en ese breve período de tiempo. Se habían elevado a sumarios 150 procesos. Habían sido informados más de 450 sumarios a jefes, oficiales, suboficiales y auxiliares de la Armada. Además, se había constituido un Consejo Sumarísimo de Guerra de forma permanente, es decir, el procedimiento habitual pasaba a ser el Consejo de Guerra Sumarísimo. Con una media de treinta sumarios por día, incluyendo sábados, domingos y Semana Santa, parece evidente que tal diligencia policial y judicial no ofreció muchos derechos y garantías a los acusados.
 
Al igual que en El Ferrol, en 1936, la mayoría de los fusilados en Cartagena, en 1939, eran marineros, oficiales, suboficiales y cabos de los Cuerpos Auxiliares. La inmensa mayoría de los 55 miembros del Cuerpo General, así como más de la mitad de los 4.200 marinos que habían partido con la flota a Bizerta en marzo de 1939, no regresaron a España, quedándose en el exilio. Por tanto las cifras de la represión relativas a fusilamientos y cárcel deben contar con este hecho.
 
En cualquier caso, de acuerdo con los datos proporcionados por el Mº de Economía y Hacienda, en Cartagena, no menos de 1.733 jefes, oficiales y suboficiales del Ejército y la Marina y las Fuerzas de Seguridad, profesionales (616) y no profesionales (1.117) fueron expulsados de las Fuerzas Armadas después de la guerra, la mayoría de ellos exiliados o en paradero desconocido.

Fuentes:
"La guerra Civil Española en el Mar". Michael Alpert. ISBN: 978-84-8432-975-6
Revista "Cartagena histórica" Antonio Martinez Ovejero.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Denuncian a 38 alcaldes por mantener símbolos franquistas

En el mapa marcadas Ceuta y Melilla

Enviar a  #SímbolosFranquistas
 
Coincidiendo con el 142 aniversario de la 1ª Republica, Eduardo Ranz, abogado especializado en Derechos Humanos va a presentar este miércoles una denuncia contra 38 alcaldes de toda España por un presunto delito de desobediencia por mantener los símbolos franquistas en sus ciudades a pesar de la ley de la Memoria Histórica.
 
Cadena SER - Javier Álvarez / Alfonso Ojea 10/02/2015
La denuncia se ha presentado en Madrid contra la alcaldesa Ana Botella y de forma simultánea en los registros de los juzgados de otros 37 municipios españoles, entre los que se encuentran Huelva, Zaragoza, Melilla, Córdoba y Salamanca.
 
En la denuncia, el abogado exige la retirada de los símbolos y la parafernalia franquista, incluyendo las calles con nombres de la dictadura, que prohíbe la Ley de la Memoria Histórica.
Durante la presentación de una de ellas en Madrid, el letrado Eduardo Ranz ha afirmado que los regidores denunciados deben "respetar y respaldar" a la víctimas de la dictadura y ha agregado que con la retirada de estos símbolos busca "que las víctimas dejen de sentirse humilladas al pasear por las ciudades".
 
La iniciativa se apoya además en la petición expresa a los ayuntamientos para que “adopten de forma inmediata las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura.
 
El abogado pondrá también los hechos en conocimiento de la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, y del Ministerio de Asuntos Exteriores, a quien trasladará que las embajadas de Bolivia, Panamá y el Consulado de Marruecos exhiben este tipo de símbolos.
 
Acusa a los regidores de un delito de desobediencia tipificado en el artículo 410 del Código Penal, que lleva aparejado una multa de tres a doce meses y una pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de seis meses a dos años.
 
De forma subsidiaria, el abogado cree que los hechos podrían ser constitutivos de una falta contra el orden público del 634 del Código Penal, que contempla una pena de multa de diez a sesenta días.

Vulnera la ley de Memoria Histórica

La Ley 52/2007, de 26 de diciembre, conocida como Ley de la Memoria Histórica, se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, y regula en su artículo 15.1, respecto de los símbolos y monumentos públicos, que “las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas”.

Madrid, 150

En Madrid existen más de 150 calles, plazas, pasajes y monumentos dedicados a figuras destacadas del franquismo, entre ellas destacando en la entrada a Madrid desde la carretera de la Coruña, el Arco de la Victoria, a pocos metros de la residencia de los presidentes del Gobierno de España, La Moncloa.
 
Son muchos los generales franquistas, como los golpistas Juan Yagüe o José Enrique Varela, los que tienen una calle en las inmediaciones del Paseo de la Castellana. Sólo hay que subir un poco, hasta Concha Espina, para descubrir que en Madrid existe una plaza llamada Plaza del Arriba España. Cinco falangistas definidos por las asociaciones como "de primera línea", los hermanos García Noblejas, tienen una calle que parte por la mitad el barrio de San Blas. La calle del Príncipe de Vergara ya no está dedicada entera al general Emilio Mola, otro general golpista. Pero su memoria perdura en un pasaje, que cruza con Príncipe de Vergara y que lleva su nombre.

Santa Cruz de Tenerife

El monumento a Francisco Franco, popularmente conocido como 'Monumento a Franco', es una fuente escultórica que se encuentra en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias, España). Es obra de Juan de Ávalos. La obra representa a un ángel volando con las alas extendidas, en representación del avión 'Dragon Rapide' en el que partió Franco para iniciar el golpe militar que desencadenaría la Guerra Civil Española. Sobre su espalda se encuentra una figura masculina representando a Francisco Franco, sosteniendo una espada en forma de cruz cristiana cuya punta señala hacia abajo.

Santa Cruz de Tenerife

El monumento a los Caídos (en la Plaza de España de Santa Cruz de Tenerife) fue construido por idea del Capitán General García Escámez durante el Mando Económico, tras la Guerra Civil. Está formado en total por cuatro piezas escultóricas: la alegoría de la Patria sosteniendo al Caído; una mujer alada representando la Victoria y en alusión a aquellas expediciones marítimas que retornaron gloriosas a su tierra nativa, y dos figuras de soldados en posición de descanso y con una espada entre sus manos, que representan los valores cívico y militar, respectivamente.