Varias entidades cívicas de Melilla han cubierto hoy con un lienzo negro la estatua de Franco con motivo del 78º aniversario del origen de la Guerra Civil para recordar a "las víctimas del franquismo", según ha informado la Asociación Pro Derechos Humanos de Melilla.
En un comunicado, la asociación ha explicado que en este acto han participado representantes de diversas entidades cívicas, que han cubierto con una tela negra "la estatua del dictador", y posteriormente la han atado con una cuerda alrededor del cuerpo de la efigie, ubicada a los pies del recinto amurallado de Melilla La Vieja.
También se han leído varios párrafos de una carta remitida por Carlota Leret O'Neill, hija de la periodista "represaliada" Carlota O'Neill, y del aviador Virgilio Leret, que se mantuvo leal a la República tras el estallido de la Guerra Civil Española, y que se considera que posiblemente fue el primer oficial ejecutado por los sublevados.
En dicha carta, Carlota Leret O'Neill pide que no se pase por alto que "el alzamiento militar que ensangrentó a España" fue una "tragedia" que "comenzó en Melilla", ciudad que "sigue siendo el reducto donde subsisten los herederos del franquismo y los vestigios de la dictadura".
Además, critica que "durante varios años, después de iniciada la supuesta transición a la democracia, Melilla siguió luciendo en su escudo el título de 'Adelantada en el alzamiento nacional', referencia que se eliminó recientemente.
Según la fuente, "las calles de Melilla aún recuerdan a varios falangistas" y "a la entrada del puerto y a los pies de las murallas de Melilla la Vieja, se levanta la única estatua de Franco que todavía queda en un espacio público de España, la única estatua de un dictador fascista que se puede ver en las calles y plazas de la Europa democrática".
El monumento de Francisco Franco ha suscitado varias polémicas en la ciudad autónoma en los últimos años, una de ellas hace casi diez años, cuando el gobierno local retiró la estatua de su lugar habitual para realizar unas obras de saneamiento, aunque siete días después volvió a ser colocada en otra ubicación cercana.
A la escultura le acompañan tres placas, una con un escudo franquista, otra con un escudo de la ciudad y otra con la inscripción "Al Comandante de la Legión D. Francisco Franco Bahamonde 1921-1977", que rememora su llegada a Melilla en 1921 para liberar a la ciudad de las tropas rifeñas de Abdelkrim.
En un comunicado, la asociación ha explicado que en este acto han participado representantes de diversas entidades cívicas, que han cubierto con una tela negra "la estatua del dictador", y posteriormente la han atado con una cuerda alrededor del cuerpo de la efigie, ubicada a los pies del recinto amurallado de Melilla La Vieja.
También se han leído varios párrafos de una carta remitida por Carlota Leret O'Neill, hija de la periodista "represaliada" Carlota O'Neill, y del aviador Virgilio Leret, que se mantuvo leal a la República tras el estallido de la Guerra Civil Española, y que se considera que posiblemente fue el primer oficial ejecutado por los sublevados.
En dicha carta, Carlota Leret O'Neill pide que no se pase por alto que "el alzamiento militar que ensangrentó a España" fue una "tragedia" que "comenzó en Melilla", ciudad que "sigue siendo el reducto donde subsisten los herederos del franquismo y los vestigios de la dictadura".
Además, critica que "durante varios años, después de iniciada la supuesta transición a la democracia, Melilla siguió luciendo en su escudo el título de 'Adelantada en el alzamiento nacional', referencia que se eliminó recientemente.
Según la fuente, "las calles de Melilla aún recuerdan a varios falangistas" y "a la entrada del puerto y a los pies de las murallas de Melilla la Vieja, se levanta la única estatua de Franco que todavía queda en un espacio público de España, la única estatua de un dictador fascista que se puede ver en las calles y plazas de la Europa democrática".
El monumento de Francisco Franco ha suscitado varias polémicas en la ciudad autónoma en los últimos años, una de ellas hace casi diez años, cuando el gobierno local retiró la estatua de su lugar habitual para realizar unas obras de saneamiento, aunque siete días después volvió a ser colocada en otra ubicación cercana.
A la escultura le acompañan tres placas, una con un escudo franquista, otra con un escudo de la ciudad y otra con la inscripción "Al Comandante de la Legión D. Francisco Franco Bahamonde 1921-1977", que rememora su llegada a Melilla en 1921 para liberar a la ciudad de las tropas rifeñas de Abdelkrim.
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