Rertiran el escudo franquista de la fachada del Ayuntamiento llanense. Foto de Gonzalo Rocha. | publicada por: redaccion |
- Se había instalado en el imaginario colectivo la idea de que no sería retirado
- Es el símbolo de una dictadura que represalió a cientos de miles de españoles
elapuron.com - 16 de diciembre de 2013
Algo pasa en una sociedad que se dice democrática cuando sacar un
símbolo de una dictadura, como la franquista, provoca la cantidad de
reacciones de rechazo que ha suscitado. Por mucho que el Ayuntamiento
tenga que cumplir la Ley, por mucho que el PSC-PSOE anunciara hace meses
su intención, la retirada ha supuesto una sorpresa para muchos vecinos y
vecinas. Se había instalado en el imaginario colectivo la idea que el
escudo jamás sería suprimido. La inacción de 34 años de ayuntamientos
democráticos lo habían posibilitado, llegándose hasta el punto de que
mientras la Iglesia Católica había retirado la placa dedicada a José
Antonio Primo de Rivera que albergaba, el escudo franquista seguía allí
Con el argumento de que el escudo "es historia" muchos han querido
justificar la presencia del mismo. Pero en la misma medida que el escudo
franquista pertenece a la historia de este país, no es menos cierto que
es el símbolo de una dictadura que represalió, durante casi 40 años, a
cientos de miles de españoles. Estamos, por tanto, más ante un elemento
de exaltación de una dictadura que ante un vestigio patrimonial que
merezca la pena conservar, y en esto es clarísimo la Ley (52/2007 de 26
de diciembre), cuando en su artículo 15.1 señala que "Las
Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán
las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y
otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o
colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la
represión de la Dictadura."
A este banderín de enganche ("es historia") se ha apuntado también el
Partido Popular en el municipio una vez ha dejado de formar parte del
Grupo de Gobierno. A tenor de lo expresado por sus portavoces, mucho me
temo que de haber seguido en el cargo no hubieran afrontado la
sustitución del escudo, porque como señalaba recientemente en un
comentario el historiador Julián Casanova, a propósito de unas
declaraciones de Rafael Hernando, a los políticos del PP "con el tema de
la historia y la memoria de las víctimas del franquismo les aflora su
pasado, los recuerdos familiares, la bondad del Generalísimo".
La retirada del escudo no responde a ningún gesto de revanchismo. En
todo caso nos encontraríamos ante un acto de normalización democrática.
La presencia del escudo franquista en la fachada de la primera
institución llanense sí era un símbolo que fomentaba la división entre
la ciudadanía. En La Palma, como en el resto de Canarias, no hubo Guerra
Civil entendida como el enfrentamiento entre dos bandos. Lo que existió
fue una brutal represión por parte del bando nacional que en nuestro
municipio llevó incluso al asesinato del último alcalde republicado,
Francisco Rodríguez Betancor. Casi 80 años después de los
acontecimientos todavía quedan fosas por descubrir y familiares que
siguen sin saber dónde se encuentran sus familiares. ¿Esto no forma
parte también de la historia?
Aquellos ciudadanos que hemos celebrado la medida queremos que se
conozca la historia, por eso consideramos imprescindible que el
Ayuntamiento, a parte de seguir cumpliendo con la Ley (sustitución de la
vidriera interior del Ayuntamiento, nombres de calles, placas)
desarrolle toda una serie de políticas públicas de recuperación de la
memoria histórica (Jornadas, conferencias, reconocimiento institucional a
los represaliados). Sólo así podremos avanzar, aunque sea tímidamente,
hacia la construcción de una sociedad con mayores cotas de Memoria,
Justicia y Reparación con aquellos que dieron su vida por la defensa de
la libertad.
Felipe Ramos Pérez es militante de Izquierda Unida Canaria (IUC) en Los Llanos de Aridan
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