sábado, 18 de julio de 2015

El primo de Franco pudo cambiar el transcurso de la Guerra Civil

 
 
Los aviones que se enviaron desde Madrid nunca llegaron al aeródromo de Ricardo de la Puente
 
EFE 18/07/2015
El primo del general Francisco Franco, el comandante Ricardo de la Puente Bahamonde, jefe del aeródromo de Sania Ramel en Tetuán -capital del Protectorado en Marruecos- pudo cambiar la historia de la Guerra civil española.
 
Si el presidente del Gobierno Casares Quiroga envía los aviones que le prometió y que estuvo esperando durante buena parte de la madrugada del día 18 de julio el curso de los acontecimientos podría haber sido muy distinto al desenlace final.
 
Así lo revela el historiador e investigador ceutí Francisco Sánchez Montoya tras diez años de investigación que ha concretado con la publicación de su libro «Ceuta y el norte de África, 1931-1944», donde deja constancia de este momento histórico.

Los aviones que no llegaron

La investigación, basada sobre todo en el estudio de centenares de consejos de guerra de la época en archivos militares y civiles, ha constatado que el comandante Bahamonde no tenía dudas de que durante la madrugada del 18 de julio sería atacado el aeródromo situado a las afueras de Tetuán.
 
En pocas horas, su primo –el general Franco– debía aterrizar allí a bordo del Dragón Rapide, procedente de Canarias, para tomar el mando de los sublevados en el norte de África.
 
Desde el único lugar oficial que permanecía legal al Gobierno de la República, el comandante De la Puente Bahamonde recibió una "esperanzadora llamada" donde se le comunicaba que el presidente del Gobierno y ministro de la Guerra, Casares Quiroga, iba a enviar aviones de refuerzo y había que resistir a toda costa. Era la tarde del 17 de julio.
 
El teléfono volvió a sonar a las dos de la madrugada del 18 de julio. «Esta vez era el jefe de la sublevación en Tetuán, el teniente coronel Sáenz de Buruaga, quien informaba a Bahamonde que si no deponía su actitud una columna de artillería y tropas de Regulares cercarían el aeródromo».
 
Los aviones de Madrid seguían sin llegar pero Bahamonde se mantuvo firma. Tras consultar el voluminoso consejo de guerra de Bahamonde, el historiador ceutí destaca que el comandante dijo: «¡tendrán que pasar por encima de los que defendemos al gobierno legal en este momento!».
Dos horas y media después el aeródromo estaba rodeado y el asedio apenas tardó unos minutos. Las fuerzas atacante no dañaron la pista de aterrizaje, que sería utilizada horas después por el avión que traía al general Francisco Franco.
 
«El comandante no tardó en comprender que los aviones prometidos por Casares Quiroga no iban a llegar nunca, que resistir sólo serviría para contribuir al derramamiento de sangre y que su primo había ganado esta partida», ha comentado a Efe Francisco Sánchez.
 
A las 05.15 horas de la madrugada del 18 de julio, el comandante enarboló un pañuelo blanco, salió con sus hombres a la pista de aterrizaje y entregó su pistola al comandante de Regulares Serrano Montaner, siendo trasladado a la fortaleza militar del Monte Hacho de Ceuta.
 
Unas horas más tarde, en la mañana del 19 de julio, aterrizaba en el aeródromo el «Dragon Rapide» con Francisco Franco, «quien fue rápidamente informado de la actitud de su primo y que estaba detenido».

Fusilado por traición

El historiador completa el relato destacado que el 2 de agosto se celebró el consejo de guerra en Ceuta y el primo de Franco fue condenado a muerte por traición, siendo fusilado el 4 de agosto de 1936 en los muros exteriores a la fortaleza del Monte Hacho.
 
«Lo fusilaron a las cinco de la tarde, una hora inusual para este tipo de acciones», ha dicho el historiador, quien tras consultar cientos de procedimientos llevados a cabo en Ceuta y en el Protectorado Español en Marruecos, ha añadido: «durante la represión que duró hasta 1944 en Ceuta no se hizo ninguna ejecución por la tarde, por lo que estaba claro que Franco quería dar por finalizado este consejo de guerra cuanto antes».
 
El primo de Franco pudo cambiar la historia pero los aviones no llegaron y los planes de Franco siguieron su curso normal.

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