El derribo se ha llevado a cabo por orden del Cabildo de Tenerife en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, y el presidente de la corporación insular, Carlos Alonso, ha dicho que se ha hecho "lo que tocaba", en cumplimiento de la ley.

El monolito se construyó en octubre de 1958 en un lugar situado en lo profundo de un paraje natural de pinos canarios y su demolición estaba prevista para el pasado mes de octubre.
El pleno del Cabildo de Tenerife había pedido también en 2008 la demolición de este obelisco de hormigón y piedra, que estaba deteriorado y cubierto de pintadas, así como sin carteles ni leyendas que identificaran su motivo.

El consejero de Medio Ambiente del Cabildo insular, José Antonio Valbuena, dijo el pasado agosto que con el derribo se cumple estrictamente la Ley de la Memoria Histórica y la moción plenaria, y subrayó que los acontecimientos de Las Raíces están reflejados en los libros de historia, "no en ese monolito, que no es sino la exaltación de una reunión clandestina e ilegal de un grupo de oficiales de un sector del ejército que, a espaldas de la República, planifican y ultiman el golpe de Estado que tiene lugar un mes después".