De Antonio Cruz González
Colección Memorias - El Viejo Topo
Virgilio Leret goza del dramático honor de haber sido el primer ejecutado por los militares golpistas que se levantaron en África el 17 de julio de 1936. Estaba entonces al mando de la base de hidroaviones de El Atalayón, en las inmediaciones de Melilla, cuando fue atacada por los sublevados. Leret la defendió. Hecho prisionero, fue fusilado el 17 de julio de 1936.
Pero Leret no fue solo un oficial ejemplar, leal a la República, de talante progresista y carácter abierto y familiar: además de escribir novelas, que firmaba con el pseudónimo “El Caballero del Azul”, también fue el inventor del primer motor a reacción, un avance que después revolucionaría la aeronáutica y que él no pudo desarrollar, pues estaba a punto de hacerlo –su motor había interesado al propio Azaña– cuando se produjo el golpe de estado. Su ejecución dio al traste con el proyecto, aunque su esposa logró conservar los planos y hacerlos llegar al gobierno inglés; a partir de ahí se perdió su rastro, si bien no puede ignorarse que Gran Bretaña logró el motor a reacción en 1941. Tal vez los planos de Leret ayudaron a ello.
Tras el fusilamiento de Leret su esposa Carlota O’Neill, que había desarrollado su trayectoria feminista como dramaturga y como directora del periódico Nosotras, fue detenida y separada de sus hijas, Carlota y Mariela. Fue juzgada por un tribunal militar dieciocho meses después de su detención y condenada a seis años de prisión, por saber ruso, por subversiva y por su responsabilidad en los actos de su marido. Finalmente, al salir de la cárcel, la esposa y las hijas de Leret consiguieron partir hacia su exilio.
2 comentarios:
Es lamentable que, tras tantos años de mentiras por parte de los fascistas, ahora salgan otros contando más mentiras encima tecnicamente de nuestro bando; el republicano.
Ya denunciamos en el I Congreso de Víctimas del Franquismo las mentiras que habían circulado y circulan sobre Virgilio Leret y sus familiares.
Podemos hacer dos cosas ante esto: o ceñirnos a los hechos tal como fueron y encontrar las pruebas que demuestren la verdad o, como hace Carlota Leret O'Neill, seguir vendiendo mentiras. Seguir vendiendo, porque la Memoria Histórica parece que genera dinero.
Libros como este y como el de Carlota Leret O'Neill están siendo desmontados por sus familiares en España. Sí, los que sufrieron la represión y no pudieron salir del país.
Estamos sacando un manifiesto en favor de la unidad de todas las asociaciones bajo un programa que sea capaz de defender la Memoria Histórica. Deben tener cabida todas las reivindicaciones. Os animamos a echarle un vistazo y a poder discutir sobre ello
http://lerethispania.blogspot.com.es/2012/05/contra-las-mentiras-unidad-y-lucha.html
Ese libro, al igual que el de Carlota de "Una mujer en la Guerra de España", no cuenta más que mentiras.
Nosotros,los descendientes de la familia Leret que se tuvo que quedar en España soportando el Régimen Franquista, hemos soportado como se vertían mentiras sobre Virgilio y el resto de la familia.
Nos ceñimos a los hechos y, poco a poco, estamos sacando importante documentación sobre lo sucedido que contradicen profundamente lo que dicen estos señores.
Precisamente, sin querer personalismos, estamos seguros de que hay más casos como este y que la Memoria Histórica debía haber partido de otra manera.
De esta forma la señora Carlota no habría metido la pata llamando fascistas a nuestra familia. 2 hermanos de Virgilio fueron de la CNT, otro del PSOE y su padre, según archivos de la inteligencia republicana, era un antifascista corroborado por sus acciones del 10 de agosto (cuando marchó contra Sanjurjo comandando las tropas leales a la República).
No nos gusta ser personalistas, pero debido a los ataques tenemos que serlo. Sólo acabar diciendo que estamos recogiendo firmas y apoyos a esta resolución que presentamos:
http://lerethispania.blogspot.com.es/2012/05/contra-las-mentiras-unidad-y-lucha.html
Animamos a unirnos todos y a discutir lo que debe ser la Memoria Histórica.
¡Abajo la mentira, la verdad es siempre revolucionaria!
¡Vivan los Leret!
¡Viva la República de los Trabajadores!
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