domingo, 20 de septiembre de 2015

Cuando los ceutíes éramos los refugiados

Clemente Cerdeira Fernández
El Faro Digital - Francisco Sánchez Montoya 12/9/15
La situación actual que están viviendo miles de refugiados que están llegando a las costas europeas: 50.000 de ellos, sólo en julio. Huyen de una guerra que comenzó en 2011. Ese éxodo nos retrotrae a unos acontecimientos similares que vivieron numerosos ceutíes tras el final de la guerra civil en 1939. 

Según, los escasos documentos a los que hemos tenido acceso, la gran mayoría recalaron en México, algunos en Rusia, Orán y Francia, en campos de concentración como el Argeles. Donde murieron por las deficientes y miserables medidas del gobierno francés. Después, ironía del destino, muchísimos de ellos en engrosarían las filas de la resistencia contra el ejército nazi.
 
Al exilio fueron hombres y mujeres ceutíes de todas las edades, estratos sociales y actividades profesionales. Tras el golpe del 17 de julio de 1936 las ciudades norteafricanas de Tánger, Casablanca y Orán, junto con las  peninsulares de Gibraltar y la costa malagueña, fueron  las primeras en acogerlos; después lucharon en los diferentes frentes republicanos y al término de la contienda se exiliaron en diversos países de Europa y América, dirigiéndose en especial hacia aquellos con los que ya habían sido frecuentes los intercambios.  

Francia y México fueron los dos núcleos más importantes del exilio ceutí. Francia acogió un mayor volumen,  en gran medida procedente de una extracción social media baja. Nada más atravesar la frontera en 1939 fueron  internados en campos de concentración, refugios y hospitales, sufriendo de forma directa la II Guerra Mundial. Otros muchos se marcharon hacia México, donde el presidente de aquel país, Lázaro Cárdenas, los acogió. A este país fueron, en su mayoría, políticos, intelectuales y técnicos cualificados como el periodista Camilo Ocaña Civantos y el profesor Menahem Coriat, que durante la guerra civil ocupó un alto cargo en el Gobierno de la República. El que fuera presidente del PSOE en Ceuta y jefe de telégrafos, Rafael  Jiménez Cazorla, el empresario Antonio Muñoz González y el presidente de la sociedad cultural Septa y  miembro destacado de Izquierda Republicana, perito de aduanas, Juan Rueda Lara. Otro ceutí destacado fue Francisco Llano de la Encomienda,  quien el  17 de julio de 1936 ostentaba el cargo de capitán general de la IV Región (Cataluña); meses más tarde fue nombrado jefe del Ejército de la República en la zona  Norte y  al finalizar la guerra civil  se exilió en Francia y después, en 1940, en México, donde desarrolló una gran labor pedagógica en el Ateneo Español, escribiendo dos libros de técnica militar e historia de la contienda española, falleciendo en el exilio en 1963. 

Otro de los exiliados fue el diputado por Ceuta en 1936 y catedrático de derecho, Manuel Martínez Pedroso, quien desde los primeros momentos de la sublevación estuvo en Tánger. En junio de 1937 fue trasladado  a Varsovia como delegado del Gobierno en sustitución  de Ruiz de Funes, promovido a embajador en Bruselas. Al término de la guerra se exilió en México y allí formó parte de la institución  Colegio de México. Fue también profesor de teoría del estado  internacional en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma. Igualmente participó en la declaración de La Habana de profesores universitarios españoles en 1943 y  durante nueve años asesor de la secretaría de relaciones exteriores, colaborando en diversas revistas jurídicas, brillante conferenciante y maestro por excelencia. Murió en la ciudad de México en 1958. 

Ceutíes en los campos nazis
Seguramente fueron muchos los ceutíes que sufrieron el castigo y el horror de los nazis. Pero hasta el día de hoy, documentados sólo tenemos a Eugenio Amador Mayano y a Enrique Mateo. Pese a los años transcurridos la búsqueda de fichas de entradas y deportados es muy laboriosa. Una enorme cantidad de españoles, entre ellos muchos ceutíes, combatientes o no, se tuvieron que marchar de aquella España, en la que no tenían sitio.  Una gran mayoría se instalaron en Francia; pero sobre ellos, poco más de un año después, se precipitó otro conflicto bélico que complicó más su ya de por sí difícil situación: la invasión alemana de Francia. En la ficha de los ceutíes podemos leer Eugenio Amador Mayano, fue deportado el 27 de enero de 1941 al campo de concentración de Matauthasen, nació el 6 de enero de 1906. Tras su detención estuvo en la XI-B Fallingbostel, con el número de prisionero 6835. Fue ejecutado el 13 de marzo de 1942. El otro ceutí Enrique Mateo, nació el 21 de marzo de 1926, ingreso en la prisión de Compiègne, el 2 de julio de 1944, siendo deportado al campo de concentración de Dachau tres días después, tenía el número 77.972, tras el fin de la guerra fue liberado, el 8 de mayo de 1945 se puso fin, con la derrota de la Alemania nazi, a la Segunda Guerra Mundial.  Estos ceutíes, contribuyeron a la defensa de Francia contra la Alemania nazi. La derrota francesa llevó a miles de ellos a caer prisioneros del III Reich; conocieron posteriormente un régimen inhumano que les llevó a la muerte a la mayoría de ellos. A partir de agosto de 1940 llegaron los primeros detenidos españoles a Austria y hasta octubre de 1941 todos los transportes de detenidos españoles se dirigían a Mauthausen.

Ceutíes refugiados en México, Rusia, Orán, Francia, Inglaterra…
Son muchos los ceutíes que tuvieron que salir de su tierra, tras el estallido del golpe militar en julio de 1936, y partieron dejando atrás amigos, vivencias, familiares… En su gran mayori a Mexico, tendriamos que destacar al presidente de aquel país, Lázaro Cárdenas, que se identificó con sus ideales de libertad, soberanía y progreso, humanistas y generosos, y se movió a lo largo de su vida de acuerdo a sus principios. Un hombre congruente consigo mismo, consciente de sus compromisos, que se sabía parte del movimiento social de su pueblo, fue el Presidente de México que encontraron en su nueva tierra los exiliados españoles.

Serian cuantiosas las referencias a los refugiados ceutíes, y limitada esta colaboración, pero si tenemos que destacar, lo realizariasmos con el diplomático ceutí, Clemente Cerdeira Fernández, a quien la sublevación le sorprendió en Tánger por estar allí destinado como primer secretario de la Embajada en la Legación Española, tenía a toda su familia en Ceuta  en la casa que poseían en la playa Benítez. Por sus grandes conocimientos del mundo árabe fue muy presionado por los sublevados para que se les uniera, y en vista de su negativa en más de una ocasión intentaron su secuestro por parte de las tropas sublevadas, y así lo relata el doble jefe de la policía internacional de Tánger,  Edmundo Carleston: 

“… Una noche intentamos secuestrarlo y conducirlo a Tetuán, por lo que fuimos en su busca al  Hotel Maclean donde se alojaba, al llamar a su puerta en lugar de abrirnos al decirle que veníamos a protegerle, se hizo fuerte en ella y la cerró,  y la  forzó por dentro negándose a abrirme.  Después de lo ocurrido, Cerdeira pidió al ministro republicano una vigilancia para su custodia personal”. 

Como consecuencia de dichas amenazas todos sus familiares fueron  incomunicados y puestos bajo vigilancia no sólo la mujer y los tres hijos menores, sino el resto de los familiares de la esposa, los García de la Torre, que también padecieron dicha situación. Todas las propiedades que poseían en Ceuta y en el Protectorado, así como las cuentas bancarias, fueron confiscadas. Mientras tanto, Cerdeira fue destinado como cónsul general a Casablanca, donde permaneció hasta su traslado a Inglaterra al Consulado General de Liverpool, donde, además de sus funciones consulares, ayudó a los refugiados que huían desde Asturias y del País Vasco. Intentó a través de la Cruz Roja Internacional reunirse con su familia, pero sistemáticamente era denegado el visado, falleciendo en la ciudad francesa de Niza un 4 de mayo de 1944.

Doctora Castillo a México
Tras el golpe del 36, la doctora ceutí Antonia Castillo Gómez, recibió un escrito del delegado de Orden Público en diciembre de 1938, donde tras recabar información a la falange local se le acusa de dar una conferencia a las mujeres de los obreros en la Casa del Pueblo de Ceuta. Ella, pese a ser la primera mujer médica en la ciudad y tener un gran prestigio entre los ceutíes, sabe que sus horas como funcionaria están contadas.

Cuando la doctora ceutí Antonia Castillo Gómez, tuvo que salir de Ceuta en 1940, tras ser perseguida, represaliada y expulsada como facultativa municipal, por las autoridades franquistas, emprendió el camino de un exilio no buscado a México. 

En 1945, la doctora Antonia Castillo, prepara su traslado a Méjico. Unos años después viaja a Nueva York siendo una pionera en el estudio del cáncer. Todo son éxitos para la ceutí, pero añoran España y en 1966 emprende viaje de vuelta junto con su marido. A principios de 1971, fallece.

Diana Bermúdez a Rusia 
Cuando la pequeña Diana recorría las calles de Ceuta en aquel verano de 1936, de la mano de sus padres, nada le hacia presagiar que en pocos días cambiaría su vida y la de su familia. Su padre José Luis Bermúdez-Reyna de Madariaga era un reputado capitán aviador. Durante 1933 fue delegado del Gobierno de la República en Ceuta.  Su padre el 15 de agosto de 1936 fue sacado de la fortaleza del monte Hacho y ejecutado.

La madre de Diana se encuentra sola con cuatro hijos, intentó por todos los medios salir de Ceuta hacia Valencia donde estaba su familia. Consiguen que se realice un intercambio en Tánger, organizado por la Cruz Roja Internacional. Tras llegar a la ciudad internacional embarcarían en el barco que hacia la travesía una vez por semana hacia el sur de Francia y desde allí al pueblo valenciano de Russafa. Cuando todo parecía tener una cierta normalidad, una mañana quedó marcada en la memoria de la pequeña Diana, apenas tenia cuatro años: . Sus dos hermanos, José Luis y Flavio, fueron enviados a la URSS en la madrugada del 13 de junio de 1937.

Catedrático Luis Abad ... Orán, México
El profesor de filosofía del Instituto  Hispano-Marroquí, Luis Abad Carretero, pudo salir de Ceuta, antes de ser detenido, se exilió en Orán, donde pasó numerosas penurias. Posteriormente a Francia y México, donde llegó en 1940. Tras la Guerra Civil logro escapar de España, en un barco repleto de refugiados que le llevó desde Alicante a la costa argelina, para ser internado a continuación en el campo de concentración de Bogharí.

En Orán, sobrevivió diez años dando clases de español, ingles y matemáticas a alumnos de bachillerato, y gracias a la venta de algunos cuadros pudo salir adelante. Cuando hacia 1950 Luis Abad abandona Orán se dirige a Paris, donde va a permanecer casi cuatro años más. Allí da clases de español, entre otros trabajos como profesor. En 1953 Abad deja Paris rumbo a la capital azteca.

Finalmente, transcurrido 18 años, se reencuentra con su esposa, Antonia Castillo, junto a la que sólo había convivido seis meses después de su boda. Por fin, los dos están juntos en Méjico, Luis Abad, participa en proyectos del Colegio de Méjico, y en 1956 es nombrado profesor titular de la cátedra de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma, y publica varios libros y en las más prestigiosas revistas mejicanas.

Fue uno de los iniciadores del Ateneo Español, donde tantos ilustres escritores e intelectuales republicanos  españoles se dieron cita. Sus escritos están presentes en los prestigiosos Cuadernos Americanos, destacando la publicación de varios libros de filosofía.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Marcha al muro de la ocupación marroquí en el Sáhara occidental

 
Por 2º año consecutivo organizamos una marcha al Muro de la Vergüenza, muro que divide en 2 el #SaharaOccidental. En este viaje podréis conocer muy de cerca cómo es el muro de la ocupación marroquí, así como sus consecuencias entre la población saharaui.

Ayúdadnos a dar visibilidad a este muro!!! Tod@s contra el Muro de la Vergüenza!!!

http://ceas-sahara.es/spip.php?article1327

Sánchez-Prado: el recuerdo de un "santo republicano"


Rafael Peña - Ceuta, 10 sep (EFE).- 
Fue un médico y un político comunista español que fue asesinado por fusilamiento. Sin embargo hoy, 79 años después, Ceuta todavía recuerda y venera a un "santo republicano" que se ganó un hueco en la historia de la ciudad: Antonio López Sánchez-Prado.

Este sevillano, nacido en Herrera el 4 de mayo de 1888, se ganó el cariño de los ciudadanos gracias a su constante ayuda, lo cual ha quedado en la memoria colectiva de una ciudad que tiene muy presente al alcalde fusilado el 5 de septiembre de 1936 a manos de los sublevados fascistas poco después de comenzada la Guerra Civil.

Sánchez-Prado murió en la playa del Tarajal, la misma donde hace más de un año se convirtió en el foco de la atención internacional por el fallecimiento en sus inmediaciones de 15 inmigrantes subsaharianos que intentaban entrar en grupo en la ciudad.

El doctor, cuya figura se ha convertido en objeto de veneración para la mayoría de los ceutíes, ha pasado al imaginario colectivo como un hombre que siempre ha estado al lado de los más humildes, según ha dicho a Efe su biógrafo, el investigador ceutí Francisco Sánchez Montoya.

"Sánchez-Prado tuvo una dimensión política innegable, pero la que llegó al pueblo fue la que encarnó su rostro humano, la que estaba cerca de la gente, que todavía hoy tiene en la cama de un centro hospitalario una fotografía suya junto a las estampas de San Pancracio", ha argumentado el investigador y escritor del alcalde represaliado.

El doctor Sánchez-Prado había desembarcado por primera vez en Ceuta en marzo de 1923. "Su trabajo como médico de la beneficencia le acercó a las capas sociales más humildes".

El historiador ha recordado que durante la República, Sánchez-Prado ocuparía, durante un par de años y hasta noviembre de 1933, un escaño en el Congreso de los Diputados, siendo alcalde de Ceuta del 22 de abril al 4 de junio de 1931 y del 20 de febrero al 18 de julio de 1936.

"Sánchez Prado: Médico, diputado y alcalde de Ceuta durante la Segunda República" es el título del libro que el historiador ha dejado como legado para recordar a una buena persona a la que define un detalle: "en su tumba nunca faltan flores", ha afirmado Francisco Sánchez.

"Trágica fue su muerte pero su figura ha estado siempre presente en los acontecimientos de los ceutíes. La gente humilde de Ceuta le profesaba un cariño excepcional y tiene una razón de ser: cuando ejercía de médico era un hombre entregado a los más necesitados", ha dicho.

La gente mayor cuenta que cuando llegaban a su casa, "además de no cobrarles la visita, les compraba la medicina o les dejaba dinero debajo de las almohadas y eso se recuerda", ha puntualizado.

El 1 de septiembre de 2006 el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas (PP), inauguró una estatua en bronce de Antonio López Sánchez-Prado en la avenida que lleva su nombre, frente al edificio del Ayuntamiento que el presidió, hoy Palacio de la Asamblea de Ceuta.

Se trata de una escultura de tamaño real, obra de los hermanos Pedrajas, aunque se trata de "poco reconocimiento", según el historiador.

En su opinión, Ceuta tiene una deuda con el alcalde, "que bien se podría solucionar con un sencillo acto institucional cuando se conmemora su fusilamiento ante su escultura, para que el pueblo ceutí rinda un homenaje simple a esta persona tan querida. Es necesario porque detrás de él están los 267 compañeros que fueron fusilados en Ceuta por luchar por la libertad".

Hoy, el recuerdo de lo que muchos consideran un "santo republicano" sigue estando muy presente pese a que la historia ya contempla 79 años desde su fallecimiento. Las muestras de cariño así lo permiten y su mausoleo en el cementerio católico de Santa Catalina es una buena evidencia de ello.

martes, 1 de septiembre de 2015

Los secretos del Ronwyn


Eliane Ortega reconstruye con los diarios de su abuelo Gerardo Bernabéu, único testimonio escrito en primera persona, la historia del barco inglés que partió al exilio del puerto de Alicante en 1939

Juanjo Payá 30.08.2015 
El capitán Gilbert Bewen se enriqueció cobrando en plata y azafrán a los 700 pasajeros.
Los secretos del Ronwyn son el negocio de los barcos del exilio. Así lo afirma la investigadora Eliane...


-SE RUEGA DIFUNDIR PARA QUE APAREZCAN TESTIMONIOS Y COMENTAR SOBRE EL ARTICULO 

Eliane Ortega Bernabéu

Ces Algériens qui ont fait la guerre d’Espagne


UN FILM EST EN PRÉPARATION

À l’origine du projet, Andreu Rosés (chercheur) et Marc Almodovar (réalisateur). Ils estiment le nombre d’engagés pour sauver la République d’Espagne à près de 700 dont une majorité d’Algériens.

Liberte-Algerie.com Par OUYOUGOUTE Moussa 31-08-2015
Un film documentaire est en préparation sur un volet méconnu de l’histoire contemporaine espagnole. L’implication de musulmans dans les brigades internationales qui se sont engagées durant la guerre civile espagnole (1936-1939) aux côtés des républicains contre les nationalistes et qui s’était conclue par la victoire du général Franco. À l’origine du projet, Andreu Rosés (chercheur) et Marc Almodovar (réalisateur). Ils estiment le nombre d’engagés pour sauver la République d’Espagne à près de 700 dont une majorité d’Algériens. Le nombre avoisinerait les 500 combattants. L’équipe espagnole séjourne actuellement en Algérie, plus particulièrement à Béjaïa, en vue de rencontrer les descendants de ces combattants de la liberté et de la République. Parmi ces centaines de combattants, une bonne partie est originaire de Béjaïa et de son arrière-pays. La vallée de la Soummam (Timezrit, Sidi Aïch, Akfadou, Ighil Ali, etc.) mais aussi du Sahel. Il s’agit bien évidemment de militants conscientisés par le mouvement national, l’adhésion à l’Etoile nord-africaine, à la 2e et notamment à la 3e Internationales. D’ailleurs parmi les engagés qui sont partis d’Algérie, “il n’y avait pas que des Algériens musulmans, qui étaient certes la majorité”, a nuancé Andreu Rosés, “mais aussi des pieds-noirs” communistes s’entend. Le problème dans l’Espagne d’aujourd’hui, on ignore tout de l’engagement de combattants venus de terre d’islam (Maghreb, Égypte, Syrie et Liban). La raison ? “Dans la mémoire collective espagnole, on ne se rappelle que des quelque 70 000 Marocains qui ont combattu aux côtés des nationalistes ; ils ont été forcés par le général Franco qui leur a promis de bénéficier de contreparties : soit des terres, soit de l’argent”, a ajouté Andreu Rosés. Les Espagnols ne retiennent donc de la guerre civile espagnole (on l’appelle aussi guerre d’Espagne) que cette main-forte prêtée par ces dizaines de milliers de combattants marocains, mais ils ignorent tout de l’engagement armé des Algériens, qui étaient 500 sur les quelque 700 ayant tenté de sauver la République espagnole et d’éviter surtout aux Espagnols une dictature qui durera 36 ans. Il faut dire aussi que le vert, qui symbolise l’islam, est une couleur qui “incommode encore les Espagnols, qui ont développé un véritable racisme depuis la Reconquista”, la reconquête de l’Espagne par les chrétiens sur les musulmans durant le Moyen Age, a reconnu Andreu Rosés. Le film documentaire va néanmoins lever le voile sur un fait qui aurait pu changer le cours de l’histoire. Les républicains espagnols étaient sur le point d’arriver à un arrangement avec les nationalistes marocains par le biais des Algériens. L’initiative a été stoppée net par le gouvernement de Léon Blum, a affirmé le chercheur espagnol. Léon Blum craignait sans doute qu’un tel arrangement vienne sceller une alliance des nationalistes algériens et marocains d’autant qu’ils seront lourdement armés. Pourtant, de 1936 à 1938, les gouvernements du Front populaire ont soutenu les républicains et le gouvernement légal de l’Espagne. Maichel Catala de l’université de Nantes, qui a écrit un article fort documenté sur l’attitude de la France face à la guerre d’Espagne, a expliqué que “ce soutien prend diverses formes, selon la conjoncture, mais il s’effectue plus en paroles qu’en actes. Léon Blum est vite prisonnier de la non-intervention, un pis-aller qu’il lui fallut couvrir, faute de mieux”.

M.O.

Le Maghreb sous la croix gammée



Depuis longtemps, l'historien américain Robert Satloff se demandait pourquoi aucun nom arabe ne figurait dans la liste des "Justes parmi les Nations" du mémorial de Yad Vashem à Jérusalem. Cinq ans de recherches au Maroc, en Tunisie, en Algérie et en Libye lui ont permis de publier en 2007 un ouvrage remarqué sur le sujet. Ce travail, également mené au Proche-Orient, est au coeur de ce documentaire.

La situation était différente selon les pays : les Allemands occupant la Tunisie et les Italiens la Libye ont rapidement interné des juifs autochtones dans des camps. Alors que, malgré les pressions de Vichy, Mohammed V au Maroc réussit à protéger les juifs marocains et que les imams algériens interdirent aux fidèles de profiter de la liquidation des biens juifs. Des sites des anciens camps de travail aux domiciles de personnes qui furent sauvées par des voisins et amis, les informations recueillies montrent qu'il serait "juste" qu'un hommage soit enfin rendu à ces musulmans courageux.